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Independientemente de si cocinas solo para ti o para una familia completa, una buena parte del ingreso mensual se gasta en la compra de comida; Los alimentos son el tercer gasto familiar más grande, según la Oficina de Estadísticas Laborales.

Sin embargo, existen algunas estrategias que se pueden aplicar para que al momento de hacer la compra en el supermercado, el número del total del recibo no sea tan alto.

-Hacer un inventario: Antes de salir a hacer las compras, chequea con cuántos y cuáles son los productos con los que cuentas en la despensa. De esta manera podrás evitar gastar de más y repetir alimentos que ya tenías en casa. Incluso existen aplicaciones para los celulares que te permiten llevar un control sobre lo que ya tienes guardado y disponible.

-Basar las comidas en los productos en oferta: Muchas veces encontramos como forma de organización establecer un menú semanal para que de esta manera sepamos cuáles son los productos que iremos a comprar. Intenta hacerlo de la manera contraria: ve al supermercado y ubica cuáles son los productos en oferta y con precio más económicos, para que puedas idear un plan de comidas en base a eso.

-Compra solo una vez a la semana: Mientras menos compres, más vas a ahorrar. Ir al supermercado no solo te ahorrará el impulso de comprar más cosas, sino también el gasto de gasolina y tiempo.

-Buscar sustituto más baratos: Si quieres crear una receta en específico, subraya cuáles son los ingredientes más caros e intenta sustituirlos con otros más económicos.

-Encuentra el lugar donde más te convenga comprar según los precios: Ubica cuáles son los lugares que quedan más cerca de tu casa donde puedas hacer tus compras de comida. Tómate un tiempo para visitarlos y reconocer cuáles son los sitios con mejores precios y de esta manera hacer una compra más inteligente y económica.

-Está atento al peso de los alimentos y su precio: En algunos casos el empaque puede engañar. Ubica cuánto es el peso neto del producto que quieras y compáralo con otra marca para saber cuál es mejor oferta.

-Ve al mercado sin hambre y solo: Si ir al supermercado ya puede generar tentaciones que pegan en el bolsillo, ir con hambre puede costar el doble. Si vas con el estómago vacío a hacer las compras, puede que quieras comprar todo el local, y no tendrás la paciencia de ver precios ni ofertas. El ir solo al supermercado también evitarás malas influencias de quienes te acompañen.

-Conoce bien el supermercado: Los productos en el supermercado están ubicados de tal manera de que te provoque comprarlos. Recorrer todos los pasillos en búsqueda de los productos en tu lista te tentará a comprar cosas que realmente no necesitas. Conocer bien el local te permitirá ir exactamente a donde necesites, y te ahorrarás tiempo y dinero.

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