Esta semana se define quién presidirá la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a partir de la 73ª sesión del organismo; en la disputa por el puesto están dos mujeres latinoamericanas: la embajadora de Honduras ante la ONU, apoyada por países como Colombia, Brasil y Perú, y la canciller ecuatoriana, apoyada entre otros por Venezuela.
Por un principio de rotación regional, el candidato que le corresponde dirigir el comité a partir de septiembre debe ser del Grupo de América Latina y el Caribe.
Sin embargo, la región no llegó a un consenso y se va a presentar dividida ante los comicios que se realizarán este martes, donde los países miembros elegirán al sucesor del eslovaco Miroslav Lajcak.
Las candidatas al mandato, que tiene por duración un año, son la hondureña Mary Elizabeth Flores Flake, de 44 años, y la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, de 53.
Según la agencia de noticias AFP, un diplimático latinoamericano dijo que “están muy confiadas y se notan bastante activas; poco se puede ver” quién ganará.
Sin embargo, la rivalidad del ambiente se debe a que Ecuador, que había apoyado en un inicio a Honduras, anunció la candidatura en febrero, lo que causó «malestar y sorpresa» para la delegación contraria.
De todas formas, Honduras es apoyado por Estados Unidos y por parte del Grupo de Lima, integrado por una quincena de países que rechazan al gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
A pesar de esto, Honduras podría perder los votos en la región árabe por tener una posición marcada en el conflicto israelo-palestino y en Europa que mostró su rechazo a las últimas elecciones presidenciales realizadas en el país centroamericano.
En esta oportunidad, la votación en la ONU será secreta y ganará la que obtenga mayoría simple de los votos.
Independientemente de quien gane, esta sería la cuarta vez en la historia que una mujer preside el organismo más grande la ONU, y la primera de una fémina latinoamericana.
Con información de AFP.