Las renovaciones del puente Longfellow, que pasa sobre el Río Charles y conecta el centro de Boston con Cambidge, finalmente han llegado a su fin, y los canales han sido reabiertos en su totalidad.
Ya han pasado cinco años desde que inició el proceso de reparación del puente, que costó 300 millones de dólares. Inicialmente se había dicho que el proyecto duraría tres años, pero hubo varios retrasos relacionados con la preservación de su carácter histórico, y en 2015 el calendario se extendió por tres años más.
El Longfellow Bridge es una importante vía de comunicación para peatones, automóviles, ciclistas y para la Línea Roja del metro de Boston, y una vez completado se estima que reciba un estimado de 28,000 vehículos y 90,000 pasajeros de tren diariamente, según el Boston Globe. Fue construido a principios de 1900 y cuenta con cuatro torres, mejor conocidas como «saleros y pimenteros» por su peculiar forma.
