Mi experiencia ha demostrado la increíble promesa que ofrece nuestra nación, de la cual nos sentimos orgullosos de llamar nuestro hogar – una nación que brilla como un faro para el mundo y que nos inspira para que nos atrevamos a alcanzar nuestro propio sueño americano.
Lamentablemente, el presidente de los Estados Unidos no comparte esta visión para nuestro país. En su primer año de mandato, ha impulsado una agenda sombría y extremista que estropea nuestros valores nacionales y que arriesga la seguridad nacional.
El presidente ha atacado a nuestras familias. Eliminó el programa conocido como DACA y amenaza con deportar a los jóvenes soñadores – que son patriotas y valientes, y que llaman a los Estados Unidos su hogar – porque no conocen otro.
El presidente ha atacado a las personas más vulnerables, terminando con las protecciones para las familias que huyen de la persecución, de las guerras y de los desastres naturales. Estas personas se han comportado de acuerdo a la ley, han pagado sus impuestos. Al igual, el presidente ha fallado en su deber de proteger a nuestras familias en Puerto Rico que fueron afectadas por el huracán María. Eso no es justo. Es inaceptable.
Ha menospreciado a las comunidades de color – impulsando una agenda de deportación masiva e insultando a las personas que tengan una ascendencia diferente a la de él. Y ha tratado de imponer una prohibición inmoral y cruel en contra de nuestros hermanos y hermanas musulmanes.
En lugar de defender a los trabajadores, el presidente Trump hipotecó el futuro de nuestros hijos, impulsando una ley republicana estafadora que le aumenta los impuestos a 86 millones de familias de clase media. Esta ley le otorga el 83 por ciento de los beneficios solamente al 1 por ciento de la población – es decir, a las personas de más altos recursos en el país.
En lugar de apoyar a las familias, el presidente Trump intentó arrebatarle la cobertura de seguro médico a decenas de millones de familias. También quiso destruir las protecciones para las personas con condiciones de salud preexistentes y quiso castigar a las personas de mayor edad con un impuesto cruel, solamente por ser de esta edad.
Nosotros, los demócratas tenemos una visión para el futuro en la que los niños y las familias vienen primero, no las grandes empresas y los multimillonarios.
Durante su primer año, el presidente Trump y el congreso republicano han maltratado al pueblo estadounidense.
Mientras tanto, los demócratas seguiremos luchando para que todos los estadounidenses tengan Un Mejor Trato: con buenos trabajos, incrementos salariales y un futuro más próspero.
La fuerza de nuestra nación se mide por la salud, la prosperidad y la felicidad de todos los estadounidenses – no solo la de unos pocos privilegiados.
Necesitamos un cambio.
Los demócratas estamos listos para recuperar nuestra nación – pero no podemos hacerlo sin ustedes.
Necesitamos candidatos y líderes con historias como la mía, candidatos que luchen por los hombres y mujeres que trabajan día y noche, por esas personas que aun necesitan tener 2 o 3 trabajos, porque necesitan ganar lo suficiente para vivir.