La administración de Trump tomó acciones para eliminar la Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglos en inglés), lo que ha generado un futuro incierto para los 800 mil jóvenes inmigrantes sin autorización quienes se les había otorgado protección de deportaciones y permiso para trabajar legalmente. Un retraso de seis meses provee un chance al Congreso para que salve el programa de 2012. Pero si vamos a debatir acerca del DACA, debemos saber de lo que estamos hablando. Estos son algunos mitos comunes.
Mito No. 1. DACA incentivo un aumentó de la inmigración ilegal.
El Presidente del Comité Judicial de la Casa de Representantes, Bob Goodlatte, está entre los que apoyan la terminación de DACA porque ha “alentado una mayor inmigración ilegal y contribuyó a una oleada de menores sin acompañantes y familias buscando entrar ilegalmente a los Estados Unidos”. Declaraciones como estas tienen una comprensión incorrecta de quien son elegibles para alivio gracias a este programa. DACA aplica solo para inmigrantes que entraron antes de sus 16 años de edad y que hayan vivido en el país de manera continua desde al menos el 15 de junio de 2007 – hace mas de una década. Nadie que entre ahorita puede aplicar.
Quizás el presidente del Comité piensa que los niños que atraviesan la frontera están confundidos respecto a este punto. Pero los hechos tampoco apoyan este visión. Para empezar, el momento está errado. De acuerdo a data de la Patrulla Fronteriza, el aumento de migración infantil en 2012 – el año en que el Presidente Barack Obama anunció DACA – ocurrió en los meses anteriores a que el presidente anunciara la política. La tasa de crecimiento también se mantuvo igual en 2013 que en el 2012, Incluso en ese momento, el número total de jóvenes intentando cruzar la frontera – con acompañante o no – nunca volvió a los niveles de la pre recesión de a mediados de los 2000.
Otro problema con la teoría es que a pesar de que la mayoría de los beneficiarios de DACA son de origen mexicano, el aumento de niños cruzando la frontera provienen de El Salvador, Guatemala y Honduras. Estos países comparten una característica común: un nivel mucho mayor de violencia que en cualquier parte de los Estados Unidos. Un estudio cuidadoso de este fenómeno hecho por el economista Michael Clemens, encontró que sobretodo un aumento de homicidios entre 2007 y 2009 desencadenó una serie de eventos que llevaron al incremento de la migración infantil.
A pesar de eso, la inmigración ilegal general está muy por debajo de lo que estaba en los Estados Unidos antes de la última legalización del programa, en 1986, cuando cada agente fronterizo detuvo a mas de 40 personas que cruzaban la frontera al mes. DACA no tuvo efecto en esta tendencia.
Mito No. 2. DACA le ha quitado los trabajos a los estadounidenses.
Al anunciar la decisión la administración de Trump la semana pasada, el Fiscal General Jeff Sessions dijo que DACA “negó trabajos a cientos de miles de estadounidenses entregándole esos mismos trabajos a extranjeros ilegales”. Este mito tiene un nombre en economía: la falacia del bulto laboral. Se supone que el número de trabajos en la economía es fijo, y que cualquier incremento en trabajadores resulta en desempleo. Sin embargo esta noción es desaprobada fácilmente. Desde 1970 a 2017, la fuerza laboral de los Estados Unidos se duplicó. En lugar de terminar con 50 por ciento de desempleo, el empleo estadounidense se duplicó.
Si mas trabajadores hacen mas pobre la economía, deberíamos esperar que las personas se trataran de “librar” de la competencia mudándose a montañas desoladas y haciendo todo por si mismos. El hecho de que nadie lo haga es una prueba de que la competencia de hecho es buena. Dependemos de los trabajadores, incluyendo los beneficiarios de DACA, para comprar los productos y servicios que producimos. Esa es una de las razones por las que los esfuerzos tempranos para restringir la inmigración no produjeron ningunas ganancias de salarios.
Mito No. 3. Rechazar a DACA beneficiaría a los contribuyentes de impuestos.
Sessions también argumenta que eliminar a DACA “protege a los contribuyentes”. Pero la realidad es lo contrario. De acuerdo a la Academia Nacional de las Ciencias (NAS, por sus siglas en inglés), los inmigrantes de primera generación que entraron a los Estados Unidos de niños (incluyendo beneficiarios de DACA) pagaron, en promedio, mas impuestos a lo largo de su vida que los beneficios que recibieron, sin importar su nivel de educación. Los beneficiarios de DACA terminaron contribuyendo mas que el promedio de la gente, porque no son elegibles para ningún beneficio federal: ayuda en efectivo, estampillas de comida, Medicaid, crédito impositivo de asistencia de salud, o mas nada.
También están mejor educados que el inmigrante promedio. Los aplicantes deben tener al menos un título de secundaria para entrar al programa. Un adicional de 36 por ciento de beneficiarios de DACA que son mayores de los 25 años tienen un título universitario y un adicional de 32 por ciento están estudiando para obtener un título universitario. La NAS encontró que entre los inmigrantes recientes que entraron como niños, aquellos con un título de secundaria son positivos para el gobierno, representando entre 60 mil dólares y 153 mil dólares en valor neto presente, lo que sería como si cada inmigrante deje un cheque por ese monto en su puerta. Aquellos con un título universitario tienen un valor positivo de 160 mil dólares a 316 mil dólares. Cada permiso de DACA que se cancela es como quemar decenas de miles de dólares en Washington.
Mito No. 4. El rechazo de DACA protege a las comunidades de los criminales
El Fiscal General luego declaró que el rechazo de DACA “salva vidas” y “protege a las comunidades”. Sugirió que DACA “pone en riesgo de crímenes a nuestra nación”. Pero los participantes de DACA no son criminales. La inmigración no autorizada – la audiencia para DACA – es mucho menos probable que termine en la cárcel, lo que indica menores niveles de criminalidad. Mas importante aún es que para participar en DACA, los aplicables deben pasar un chequeo de antecedentes. Tienen que vivir acá sin cometer ofensas graves. Si son arrestados, se les puede remover DACA aún sin haber sido condenados.
Solo 2 mil 139 de casi 800 mil beneficiarios de DACA han perdido su permiso por preocupaciones relacionadas a crímenes o seguridad pública – eso es solo un cuarto del 1 por ciento. Cuatro veces mas son los estadounidenses nacidos en el país que están en prisión. Alrededor de 35 veces mas los estadounidenses han terminado tras las rejas en algún punto antes de los 34 años de edad.
Mito No. 5. El rechazo de DACA es solo política.
Obama criticó que lo ocurrido con DACA esta semana fue una “decisión política” que “no era requerida legalmente”. Pero algunos asuntos legales ciertamente influyeron en los cálculos de la administración de Trump. El momento coincidió con las fechas límites que varios estados le impusieron a la administración, diciendo que si el Presidente no detenía a DACA para el 5 de septiembre lo demandarían. Si el Presidente Trump quería eliminar a DACA por razones políticas, lo hubiese podido hacer desde el primer día en su cargo.
Obama debería saber que defender legalmente a DACA puede ser difícil. Después de todo, cuando intentó implementar un programa similar pero mucho mas amplio en 2015 para padres indocumentados de ciudadanos estadounidenses, la corte lo evitó. Obama implementó DACA sin pasar por el Congreso, y aunque algunos académicos legales discutieron si enfrenta los mismos problemas legales que el programa de 2015, la administración de Trump enfrentaría posibilidades reales de derrota en el caso de decidir defender a DACA en la corte.
Sin embargo, la respuesta correcta, – por razones económicas y de seguridad, pero sobretodo morales – hubiese sido presionar activamente al Congreso para legalizar el programa, no anunciar su muerte y dejar que las fichas caigan regadas donde sea.
Bier es analista de política de inmigración en el Instituto Cato.