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Ex diplomáticos instan al Departamento de Estado a mantener el programa de admisión de refugiados

WASHINGTON – Un grupo de destacados expertos en política exterior pidió el lunes al secretario de Estado Rex Tillerson que mantenga la oficina responsable de administrar la llegada de refugiados como parte del Departamento de Estado en lugar de trasladarla al Departamento de Seguridad Nacional.

El mes pasado, una nota filtrada mostró que la administración contemplaba una reubicación de la Oficina de Población de Refugiados y Migración (PRM, por sus siglas en inglés). Tal cambio, dice una carta firmada por 58 ex diplomáticos y asesores de seguridad nacional, cambiaría negativamente la atención de la oficina de las preocupaciones humanitarias y políticas a las cuestiones de seguridad.

«Estamos convencidos de que la eliminación de las funciones de asistencia de PRM tendría repercusiones profundas y negativas con relación a la capacidad del Secretario de Estado de influir en las cuestiones de política de interés fundamental para los Estados Unidos», dice la carta. «También sería irónico, ya que esta es una de las oficinas del Estado que ha tenido un fuerte apoyo bipartidista durante muchos años».

Los firmantes incluyen ex funcionarios que sirvieron en administraciones republicanas y demócratas, así como ejecutivos de numerosas organizaciones religiosas y humanitarias que trabajan con refugiados recién llegados.

Entre ellos están William J. Burns, ex embajador en Rusia y subsecretario de Estado en la administración Obama; Dennis Ross, director de planificación de políticas para el Departamento de Estado bajo el Presidente George H.W. Bush; y Daniel Kurtzer, el ex embajador en Egipto bajo el presidente Bill Clinton y en Israel bajo el presidente George W. Bush.

Actualmente, las admisiones de refugiados abarcan varias agencias, pero el Departamento de Estado toma la iniciativa.

El memorándum que se filtró dice que cambiar las responsabilidades de manejo de los refugiados al Departamento de Seguridad Nacional «permitirían la eficiencia del procesamiento» y es consistente con el énfasis del Presidente Trump en la seguridad fronteriza y la adecuada investigación de las personas que ingresan al país.

No está claro si la propuesta está bajo seria consideración, o si el Congreso lo aprobaría.

Trump redujo el número de refugiados a los que se les permite entrar a Estados Unidos este año fiscal de 110.000 a 50.000, un límite que se alcanzó la semana pasada. Los refugiados potenciales son examinados por el Departamento de Seguridad Nacional (DSN), un proceso que puede tardar un año y medio o más.

Después de una sentencia de la Corte Suprema el mes pasado, el Departamento de Estado estableció nuevas reglas para los solicitantes de visa y los refugiados de seis países predominantemente musulmanes, incluyendo el requisito de que todos los refugiados tengan una relación familiar «cercana» en Estados Unidos. Trump aún no ha establecido un nuevo límite de número de refugiados para el próximo año.

Eric Schwartz, el presidente de Refugiados Internacional que ayudó a organizar la carta enviada a Tillerson, dijo que el DSN desempeña un papel importante en la investigación de seguridad. Pero dijo que no se enfoca en consideraciones de política exterior, como el apoyo a los países anfitriones en los que los refugiados esperan admisiones y alentando a otras naciones a atraer a más personas desplazadas.

«Usted podría transferir gente del Departamento de Agricultura, del Departamento de Defensa al DSN para la experiencia requerida», dijo Schwartz. «Pero el problema es que los mandatos de esos departamentos son muy diferentes».

(Traducción El Tiempo Latino/El Planeta Media)