Un combinado de ex futbolistas del Manchester United se aprovechó de la falta de puntería de las leyendas del Barcelona y los derrotaron 1-3, durante un encuentro benéfico en el que la magia de Ronaldinho volvió a deleitar al público del Camp Nou.
A la sonrisa del astro brasileño se sumaron los destellos de su compatriota Rivaldo. Ambos jugadores volvieron a brillar en el templo azulgrana, a pesar de que su ritmo de juego, como era de esperar, ya no es el de otrora.
La última vez que Ronaldinho pisó el engramado del Camp Nou fue en el 2010, coincidiendo con un trofeo Joan Gamper, aunque en esa ocasión vestía la camiseta del Milán.
Esta vez uniformado de blaugrana el astro brasileño, se situó en la media punta, con libertad para dibujar sus características asistencias a la espalda de los centrales del United.
Con Ronaldinho liderando el ataque acompañado por excelentes escuderos como Rivaldo y Kluivert, el equipo entrenado por José Mari Bakero mandó con el balón y gozó de las mejores oportunidades en los primeros compases del encuentro.
Sin embargo, fue el Manchester United el primero en abrir el marcador, aprovechándose de una transición de Poborsky que remató finalmente Blomqvist tras varios rebotes dentro del área para decretar el 1 a 0.
En la primera mitad los locales se fueron diluyendo poco a poco. El calor y la falta de ritmo de los protagonistas causó mella en los jugadores de ambos equipos y las llegadas que crearon los azulgrana en los primeros minutos cada vez eran menos claras.
La falta de puntería de los exbarcelonistas no afectó en la actitud de los cerca de 50.000 aficionados, muchos de ellos turistas, que acudieron al Camp Nou para reconocer cualquier detalle, ya fuera de calidad o esfuerzo de los exjugadores.
Tras la reanudación, las filigranas de Ronaldinho seguían maravillando a los aficionados, que recordaron algunos fantasmas del pasado con la falta de puntería de Pattrick Kluivert cuando todavía estaba en activo.
El delantero holandés desaprovechó una franca ocasión de gol en el minuto 49, cuando recibió sin oposición en el interior del área y definió con un disparo que salió demasiado desviado.
Con el Barcelona más pendiente de empatar, el coreano Park Ji Sun, una de las leyendas más en forma del partido, trazó una internada por la derecha y sirvió una precisa asistencia a Poborsky (min.57), que batió a placer a Jesús Mariano Angoy.
El United dejó el partido visto por sentencia en el minuto 77 con una rosca precisa de Yorke desde la frontal del área con el que el United certificaba un resultado abultado.
El premio a la insistencia de los azulgranas llegó en el último minuto. Su autor fue el central Frédéric Déhu, un jugador secundario que pasó con más pena que gloria por el Barcelona el curso 1999-00.
El resultado, sin embargo, fue lo de menos, pues la recaudación íntegra del encuentro se destinó a parar al proyecto PCCB (Pediatric Cancer Center Barcelona), del Hospital Sant Joan de Déu en la capital catalana.