WASHINGTON – Los Republicanos han votado por meses para deshacer la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA, por sus siglas en inglés) y evitar el colapso de los mercados de seguros de salud más frágiles, el cual sirve a personas que compran sus propias coberturas. En el Senado, ese es una meta a corto plazo.
La legislación que los líderes Republicanos del Senado finalmente publicaron el jueves, mantendría billones de dólares circulando – pero solo por dos años – hacia planes de salud que han estado rogando por ayuda continua para el gasto de millones de clientes de bajos ingresos del mercado de aseguradoras del ACA. Después de 2019, los pagos se detendrían.
Y el corte de esos pagos coincidiría con el final del subsidio que ayuda a que la gran mayoría de personas que tienen ACA puedan cubrir sus primas. Los subsidios serían reemplazados con créditos fiscales más bajos, lo que traería ganadores y perdedores claros. Los nuevos créditos no llegarían a tantas familias de la clase media estadounidense, y a pesar de que estaría disponible por primera vez para personas bajo la línea de pobreza, los montos podrían ser muy bajos para ser útiles.
Considerados juntos, esta y otras características de la Ley de Recociliación para Mejor Cuidado de Salud podrían aumentar los precios luego de algunos años para personas que compren seguros individuales – un grupo escencial al que el ACA está diseñado para ayudar. Luego de los próximos tres años, también comenzaría un camino decadente en el apoyo federal a Medicaid, la piedra angular de la red de seguridad del sistema de salud de la nación por el último medio siglo.
De acuerdo a expertos de políticas de salud a lo largo del espectro ideológico, el diseño del proyecto de ley tiene un cálculo estratégico: tratar de aliar los miedos inmediatos de las compañías de seguro y los estados, con el riesgo de que se acumulen los problemas de asequibilidad y acceso a coberturas.
“Estabiliza muy bien las cosas de 2018 a 2019, y después es una acción negativa», dijo Dan Mendelson, presidente de Avalere, una consultora del sistema de cuidado de salud basada en Washington.
Otros elementos – catalogados por los Republicanos como la manera de liberar a los estadounidenses de las herraduras del ACA – podría acelerar la subida de tasas de los seguros a través del tiempo y dejar a los planes de salud con una mayor cantidad de clientes enfermos. El proyecto de ley podría eliminar el requerimiento del ACA de que todos los estadounidenses tengan cobertura médica, quitando penalidades por no estar asegurado. Diferente a un proyecto de ley similar que la Casa de Representantes Republicanos adoptó de manera limitada el mes pasado, la versión del senado presionaría a las compañías de seguro a aceptar a todos los clientes, sanos o enfermos, y cobrarles el mismo precio.
Luego de que el proyecto de ley emergió el jueves luego de estar semanas en secreto, los Senadores Republicanos no fueron los únicos que llegaron a un acuerdo. En la industria de seguros, los oficiales han decidido protestar por los recortes eventuales de Medicaid, pero aceptar por ahora el alivio – a pesar de que sea de corto término – que la medida ofrecería en el mercado individual.
“Los planes de salud ahora necesitan pensar acerca de si esto provee estabilidad a largo plazo y cuándo tener estas discusiones”, dijo una persona de la industria que habló en condiciones de anonimato para poder mantener fluida la discusión política.
La incertidumbre acerca del largo término nunca fue abordado el jueves, cuando el liderazgo Republicano del Senado reveló el plan del cuidado de salud a los otros senadores.
“Concordamos en la necesidad de estabilizar a los mercados de aseguradoras que están colapsando bajo Obamacare”, dijo el Líder de la Mayoría Republicana, Mitch McConnell. Prometió que el proyecto de ley traerá «esperanza a los estadounidenses que enfrentan la posibilidad de opciones limitadas o de ninguna opción el próximo año bajo Obamacare”.
Pocos legisladores Republicanos cuestionaron esa perspectiva mientras absorbían los detalles de la legislación. El Senador Bill Cassidy le dijo a los reporteros que, con dos fondos designados a ayudar a que los estados mantengan estables las tasas de seguros, en parte amortiguando los costos asociados con personas con los mayores gastos médicos, “hay bastante dinero”.
Los 112 billones de dólares que la legislación proveería a través de estas dos fuentes de dineros son 28 billones de dólares menos que el financiamiento paralelo en un proyecto de ley similar que la Casa de Representantes adoptó de manera limitada el mes pasado.
Las presiones transversales para los líderes Republicanos estaban expuestas en el Capitolio. El Senador Rand Paul dijo que el hecho de que la medida haría que billones se dedicaran a reforzar el mercado privado es algo que no está dispuestos a apoyar. Apoyaría un proyecto de ley “que se viera más como una derogación de Obamacare y no como si estuviésemos manteniendo Obamacare”, declaró.
Tal como la versión de la Casa de Representantes, el plan del Senado inmediatamente aboliría las penalidades del ACA para la mayor parte de los estadounidenses que no pueden pagar sus coberturas de salud, aunque no elimina el mandato en sí – un paso imposible de implementar bajo las reglas de un proceso de presupuesto especial que los líderes del Senado planean usar para evitar potencial obstrucción.
Incluso eliminando la penalidad “es un gran asunto”, dijo Larry Levitt, Vice Presiente de la Fundación Familia Kaiser. “El mandato individual fue lo que alentó a las personas sanas a aplicar por seguro. Sin eso, las primas aumentarían significativamente”.
Al contratio que del proyecto de ley de la Casa de Representantes, el cual permite que los planes de salud temporalmente cobren tasas mas altas a los clientes que dejen que sus seguros se vencen, la versión del Senado no incluye ese tipo de desuasión.
Sin ningún empujón legal para que las personas compren seguros, «tendrías un mercado desastroso», dijo Robert Laszewski, consultor de la industria del sistema de salud. El plan del Senado requeriría que las aseguradoras cobraran el mismo precio a clientes enfermos y sanos, al mismo tiempo que permitiría a los consumidores esperar a comprar cobertura cuando se hayan enfermado. «No puedes dejar que las personas compren seguros de una granja luego que se quemó», dijo Laszewski.
La ayuda financiera federal para primas también diferiría en el plan del Senado. Tendría en cuenta el costo de los seguros en diferentes comunidades, pero el crédito fiscal que reemplazaría a los subsidios del ACA en 2020 estaría atado a la escasa categoría de cobertura bajo la ley actual. Esos planes de salud normalmente vienen con deducibles altos antes de que comience la cobertura.
Los subsidios del plan del Senado Republicano harían que los seguros fueran mas asequibles para personas jóvenes y mas costosos para personas de edad adulta y hasta mediados de los 60. Aunque el ACA permite ayuda financiero para aquellos con ingresos de hasta cuatro veces el nivel de pobreza federal, la versión del Senado se detendría a 350% de la línea de pobreza.
Por otro lado, por primera vez permitiría que se les diera créditos fiscales a personas que viven en pobreza. Eso ayudaría primordialmente a un grupo formado por un estimado de 2.6 millones de personas en los 19 estados que decidieron no expandir sus programas Medicaid bajo el ACA. Los expertos predicen que este grupo se expandiría porque los recortes del proyecto de ley podrían llevar a que mas estadounidense de bajos ingresos no están asegurados.
«Es esencial reemplazar la expansión de Medicaid con créditos fiscales para personas de bajos ingresos», dijo Kaiser Levitt. «El tema de si esas personas de bajos ingresos obtendrían ayuda suficiente para poder comprar seguros es una pregunta diferente».