Esta semana, The Boston Globe completó la mudanza a sus nuevas oficinas ubicadas en pleno centro de la ciudad, lo que ellos interpretan como un «hito simbólico en la evolución de la empresa hacia la era digital».
Después de 59 años, la organización de noticias dejó el antiguo edificio de ladrillos en Morrisey Boulevard, en Dorchester, para situarse en el segundo y tercer piso del edificio ubicado en la esquina de las calles Congress y Street.
A la nueva dirección, 53 State Street, también se le identifica como 1 Exchange Place en honor a lo que alguna vez fue la sede de Boston Stock Exchange. Las operaciones de impresión se harán en nuevas instalaciones en Taunton.
No es la primera vez que el Boston Globe se ubica en Downtown. Antes de mudarse a Dorchester, el histórico diario tuvo sus oficinas en la calle Washington, desde sus comienzos en el siglo XIX.
«Pero este movimiento no se trata de un apego al pasado – es la conclusión a largo plazo de una ruptura con él», aseguran. En efecto, las nuevas oficinas reflejan las nuevas necesidades de una organización de noticias que es cada vez más digital que física.
El Globe está entre la última ola de grandes periódicos regionales que han dejado grandes espacios destinados a procesos de impresión del siglo XX, para mudarse a espacios modestos adaptados al negocio digital del siglo XXI, dijo Rick Edmonds, analista de medios de comunicación del Poynter Institute.
Tal como escribió el periodista del Globe Mark Arsenault, «Al igual que el resto de la industria de los periódicos, el Globe está evolucionando de ser una empresa de impresión sólo dependiente de la publicidad a una empresa de medios de comunicación digital con gran apoyo de los suscriptores».
«La realidad es que nuestro espacio ya nos queda grande», dijo el editor del Globe Brian McGrory. «Somos los padres cuyos hijos se han mudado y estamos dando vueltas en torno a una vieja casa victoriana vacía».
Además, la ubicación es mucho más céntrica. «El Globe pertenece al Downtown», dijo McGrory. «Nuestros reporteros, editores, fotógrafos, diseñadores deben ser capaces de salir por nuestra puerta y encontrarse con los tomadores de decisiones, líderes empresariales, médicos, turistas, trabajadores cotidianos que tratan de remendar juntos una vida».
El editorial del Globe de este lunes nos adelanta un poco qué podría pasar con el antiguo edificio: «¿Qué sigue? El sitio de 16.5 acres del Globe está ahora a la venta, y podría convertirse en una gran oportunidad de reconstrucción en un futuro no muy lejano. La zona está en ascenso: Un nuevo complejo de apartamentos abrió recientemente junto a la estación JFK de la Red Line, y UMass Boston se está expandiendo. Claro, estamos sesgados, pero el sitio Globe parece ser una ubicación privilegiada para nuevas viviendas en una ciudad que lo necesita».