La firma de refuerzos extranjeros por parte de los equipos de las Grandes Ligas superó todas las previsiones con un costo adicional de 50 millones de dólares y estableció una nueva marca de 203 millones de dólares en contratos.
Esta situación no se podrá repetir a partir del próximo 2 de agosto cuando ya se ha establecido un límite al gasto que los equipos podrán dedicar si quieren conseguir a jugadores agentes libres que se encuentran en el mercado internacional.
De nuevo, un cubano, esta vez el jardinero Luis Robert, de los Medias Blancas de Chicago, fue el que más dinero recibió al firmar un contrato por 26 millones y un bono en el momento de la firma de cinco millones de dólares, dinero que también recibieron otros tres peloteros más cuando cerraron sus respectivos contratos.
El acuerdo dejó a Robert con el segundo bono más alto para un aficionado internacional, por detrás del acuerdo de 31,5 millones de dólares que su compatriota, el jugador de cuadro Yoan Moncada, firmó con los Medias Rojas de Boston, que el pasado diciembre lo enviaron a los Medias Blancas como parte del traspaso del abridor Chris Sale.
Robert fue seguido por sus compatriotas, el zurdo Adrián Morejón (Padres de San Diego), que firmó por 11 millones; Alfredo Rodríguez (Rojos de Cincinnati) y el jardinero Jorge Oña (San Diego), ambos lograron contratos de siete millones de dólares.
Tras los jugadores cubanos, tambien ingresá a esa lista el venezolano Kevin Maitán (Bravos de Atlanta) al que su nuevo equipo le pagó un bono de 4,2 millones de dólares en el momento de la firma.
Muchos prospectos de Venezuela y República Dominicana firman cuando cumplen los 16 años de edad. Los cubanos lo hacen con edades más avanzadas.
Sin embargo, Dan Halem, el director legal de las Grandes Ligas, rechazó las acusaciones de los peloteros estadounidenses y dijo que la política dentro de las mayores es tratar a todos los jugadores de la misma manera.