El británico Dominic Calvert-Lewin anotó un gol en el primer tiempo y le dio a Inglaterra una victoria por 1-0 sobre Venezuela en la final de la Copa Mundial sub20 Corea 2017, alcanzando así su primer título mundial desde 1966.
El atacante del Everton equipo de la Premier League marcó la diferencia, aunque el portero Freddie Woodman tapó un tiro de penal en la segunda parte cobrado por Adalberto Peñaranda, mientras los sudamericanos aumentaban la presión en un partido abierto y emocionante.Los europeos dominaron la mayor parte del juego en la primera mitad, aunque Venezuela lució peligroso en zonas de ataque.
Fue un duelo entre dos naciones con niveles muy disparejos. Mientras que 17 de los 21 jugadores de Inglaterra pertenecen a clubes de la Liga Premier y cuentan con las mejores instalaciones de la liga más rica del mundo, 17 futbolistas venezolanos militan en clubes locales con muy pocos recursos e inmersos en una difícil situación económica y social.
La oncena inglesa tuvo la primera oportunidad, luego de que Dominic Solanke aprovechó una falta de atención de la defensa venezolana para entrar en el área de penal, solo con el guardameta de frente pero Wuilker Fariñez se hizo grande y repelió el ataque.
Diez minutos más tarde, Ademola Lookman nuevamente hizo lucir a un concentrado Fariñez con un avance trepidante desde fuera del área.
La vinotinto se acercó peligrosamente momentos después. Un tiro libre de Ronaldo Lucena de más de 30 metros se desvió y tomó por sorpresa al guarda meta Woodman con la suerte para los británicos que la pelota rebotó en el poste.
Calvert-Lewin rompió el desempate 10 minutos antes del descanso. El delantero superó a un defensa luego de un tiro libre de Lewis Cook, parado en primer instancia por Fariñez pero dejando rebote que rápidamente fue enviado al fondo de las redes.
Los últimos minutos se vivieron con mucha intensidad ya que Venezuela atacó con todas las fuerzas y las esperanzas que tenían de reserva y los ingleses defendieron con garra su victoria. El pitazo final sonó para el éxtasis británico que levantó así, por primera vez desde 1966, un trofeo de campeones. Inglaterra se alzó con el título y los venezolanos se quedaron con el subcampeonato, pero también se llevan el honor que ellos mismos se ganaron por su estupendo torneo.
Este equipo suramericano llenó de esperanza a una nación sumergida en problemas políticos e hizo creer a sus habitantes que podían ser los mejores en un deporte que no es el tradicional en esa tierra como si lo es el béisbol y el baloncesto. Sin duda alguna fue un gran mundial para los jóvenes venezolanos que hizo que el mundo volteara la cara hacia el sur no solo para ver la situación que vive el país, sino para ver que en Venezuela hay buen fútbol y con un gran porvenir.