Este viernes hubo una audiencia legislativa en la Casa Estatal para abordar el «Safe Communities Act», un proyecto de ley que convertiría a Massachusetts en un estado santuario. El gobernador Charlie Baker aprovechó la ocasión para reiterar que no apoya esta iniciativa.
El aspecto clave del proyecto de ley es la prohibición de los acuerdos de colaboración entre agencias federales de inmigración y agencias locales policiales que permiten a oficiales locales actuar como agentes de inmigración.
El proyecto de ley no impediría a la policía detener o detener a una persona en el curso de una investigación penal o enjuiciamientos apoyados por una causa probable.
«La seguridad de nuestras comunidades es una prioridad absoluta para nuestra administración y me opongo a este proyecto de ley que prohibiría a las fuerzas del orden público hacer cumplir las políticas bipartidistas que por 10 años han impedido que los criminales convictos violentos y peligrosos estén sueltos en las calles. La legislación también impediría que la Policía Estatal de Massachusetts mantenga nuestra política de detener a individuos solicitados por autoridades federales que han sido condenados por crímenes atroces, como asesinatos y violaciones, y debilita las medidas de seguridad pública que están diseñadas para mantenernos más seguros. Mi administración no apoya convertir al Commonwealth en un estado santuario e insta a la Legislatura a detener este proyecto de ley en el comité y reconsiderar maneras para asegurar que Massachusetts pueda seguir siendo un lugar acogedor mientras que se mantiene la seguridad pública».
Activistas en pro de los inmigrantes hicieron manifestaciones de apoyo en las afueras de la Casa de Estado de Massachusetts.