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Michelle Wu: Reconstruir el Sueño Americano depende de las ciudades

Los resultados de las elecciones del martes revelaron un Estados Unidos dividido y en sufrimiento -la mitad del electorado tambalea en estado de shock, desesperación y rabia por la ascensión de un hombre que llevó a cabo una campaña basada en intolerancia y miedo; la otra mitad está lo suficientemente cansada de políticas públicas deshechas como para priorizar el cambio antes que el civismo.

No hay necesidad de ofrecer una nueva lista de todos los grupos e individuos a los que nuestro presidente electo insultó durante su campaña, el lenguaje inexcusable que empleó hacia las mujeres y personas de color, o las acusaciones alarmantes sobre su vida personal y profesional.

En este país, seguimos adelante después del día de las elecciones y nos centramos en la transición de poder.

Pero es entonces cuando realmente la ansiedad se asienta. El equipo de transición del presidente electo Donald Trump tiene un destacado escepticismo hacia el cambio climático como para supervisar los cambios a la Agencia de Protección del Medio Ambiente.  Él ha hablado de planes para eliminar el Departamento de Educación y el financiamiento del cual dependen estudiantes de bajos recursos que asisten a escuelas públicas. Su nuevo de consejero de inmigración ha sido autor de leyes antiinmigrantes y de supresión de votantes a lo largo del país.

Cuando llegue el día de la toma de posesión, además de la Oficina Oval, las dos cámaras del Congreso estarán controladas por un partido republicano obstruccionista, cuyos líderes se asegurarán de cumplir promesas de campaña que dejarán sin efecto las protecciones de inmigración, desmantelarán los seguros de salud asequibles, retrocederán las regulaciones ambientales y limitarán el acceso a los derechos reproductivos de la mujer.

El tiempo se agota para que nuestro país haga frente a los problemas más preocupantes y devastadores -el cambio climático, el racismo sistémico, la desigualdad de ingresos. Debemos ser realistas y aceptar que el gobierno federal no proveerá soluciones a las familias que más necesitan ayuda.

El lado positivo es que ahora es más importante que nunca que las ciudades lideren, y es en ellas en donde todas las voces pueden ser escuchadas.

¿Cómo alcanzamos soluciones reales a través del liderazgo local?

Primero, las ciudades deben actuar con valentía, urgencia y compasión, para enfrentar los problemas nacionales e, incluso, internacionales. Desde el establecimiento de normas para proteger el medio ambiente en los lugares de trabajo y eliminar la discriminación, los municipios pueden innovar en asuntos de justicia social y económica.

Segundo, las ciudades deben enfocarse en transparencia y la participación de las comunidades. La fortaleza del gobierno local es nuestro enlace directo con los gobernantes. Debemos abrir todos los debates políticos al público, no solo para que las personas se sientan escuchadas, sino para realmente escuchar e identificar las mejores soluciones.

Para que Boston sea modelo de inclusión y prosperidad, que no deja a nadie por fuera, necesitamos incluir todas las voces en las tomas de decisión. En la Alcaldía de Boston, estamos trabajando para implementar el programa de identificación municipal para empoderar a los residentes que viven en las sombras de un sistema de inmigración quebrantado. Estamos hablando sobre el pagador único de salud y formas concretas para reducir las emisiones de carbono, frenar la crisis de opioides, y proporcionar viviendas asequibles para todos.

Junto al gobierno estatal y las municipalidades, podemos hacer de Massachusetts un estado líder en energía renovable, invertir en transporte y educación pública para hacer crecer nuestra economía, implementar reformas necesarias en la justicia penal y financiar el tratamiento de salud mental y abuso de sustancias. Pero hay que actuar ahora.

Muchas familias no pueden darse el lujo de esperar cuatro años más para ver este progreso.

-Vote en nuestras elecciones municipales el año entrante.

-Llame a sus legisladores locales para conversar sobre las necesidades de su comunidad.

-Acérquese a las audiencias del Concejo de la Ciudad y exija cambios.

-Invite a sus amigos y vecinos a que comprendan que su participación en el gobierno local, día a día, es mucho más importante que un referéndum a la Casa Blanca cada cuatro años.

El antídoto para el malestar y la desconfianza que condujo a la aparición de Donald Trump es el compromiso cívico total, comenzando desde las acciones base para políticas públicas, cuadra por cuadra, de vecindario a vecindario, para implementar prácticas progresistas que construyan una ciudad más justa para todos.

Comencemos a trabajar.

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