Donald Trump mantiene su promesa de deportar a los inmigrantes indocumentados, tres millones de los cuales podrían ser expulsados después de que asuma el gobierno de Estados Unidos, según declaró en una entrevista para el programa 60 Minutes de CBS, la primera con un canal de televisión desde que ganó las elecciones.
«Lo que estamos haciendo es echar a los criminales y a quienes tengan antecedentes criminales, pandilleros, traficantes de drogas probablemente dos millones, incluso tres millones; los vamos a sacar del país o los vamos a encarcelar», dijo el mandatario electo. Según sus cálculos, esa podría ser la cifra de inmigrantes irregulares que tienen algún tipo de antecedente delictivo. Después, ya verá lo que hace con aquellos que queden en el país.
“Después de asegurar la frontera y cuando todo esté normalizado, tomaremos una decisión sobre la gente de la que hablan [no precisa a quién se refiere], que es gente estupenda, estupenda, pero vamos a tomar una decisión sobre eso. Pero antes de tomar esa decisión… es muy importante, vamos a asegurar la frontera”.
El magnate inmobiliario de 70 años indicó que el muro fronterizo que prometió no necesariamente será únicamente de ladrillos, sino que también se podrán utilizar cercos en algunos tramos. «Podría haber cercos», dijo Trump en su primera entrevista televisiva tras ser electo presidente.
CONSIDERACIONES PARA TRANQUILIZAR A ALGUNOS INMIGRANTES INDOCUMENTADOS:
-No es un proceso que ocurrirá de un día para otro. Si una persona hoy tiene un caso en la corte de inmigración la primera audiencia de deportación la tiene para, más o menos, dentro de unos tres años. Hay atascos en las cortes.
-Se puede apelar. Los individuos arrestados por las autoridades de inmigración tienen vías legales para apelar y/o solicitar la revisión de sus casos. Todos esos procesos también llevan tiempo. A menos de que Trump se convierta en rey o en dictador, no puede deportarlos a todos inmediatamente. Hay leyes y procesos que toman tiempo.
-Trump ha dicho que anulará todas las acciones ejecutivas migratorias de Obama. El presidente electo, sin embargo, no ha señalado si entrará en disputa con los estados gobernados por demócratas que tomen medidas para proteger a sus respectivas poblaciones de inmigrantes indocumentados, y evitar de esa manera que sean deportados. California y Nueva York son los estados más grandes gobernados por demócratas. Massachusetts, nuestro estado, es otro.