Para nadie es un secreto que las latinas nos preocupamos siempre por lucir bien. Desde el gimnasio y la dieta balanceada, pasando por la ropa -vestido ajustados, zapatos de tacón-, el cuidado del cabello y la piel, y el maquillaje, las latinas damos importancia a la apariencia. Y es por esto que las peluquerías juegan un papel relevante en nuestras vidas, especialmente durante la temporada festiva, que es cuando más queremos arreglarnos, y los salones de belleza se llenan de clientes.
A propósito de la Navidad, conversamos con algunos miembros del personal de la peluquería Platino’s en East Boston, y nos contaron algunas peculiaridades que diferencian a un salon de belleza latino de uno americano. Y es que las peluquerías son mucho más que un simple lugar para arreglarse…Te contamos por qué.




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1-Un sitio para liberar el estrés
La mujer latina que entra en un salón de belleza no solo está buscando un cambio de look. También busca conversar, subir su autoestima y salir como nueva física y mentalmente. “Aquí entran cabizbajas y salen con una sonrisa, felices de que todos les dicen qué bonita quedó”, cuenta Fernando García estilista de Platino’s Salon. También tienen la oportunidad de socializar con otros clientes y conversar en su propio idioma sobre las vicisitudes de la vida, o sobre los temas más triviales, sin ningún tipo de remordimiento.
2-Un lugar festivo, lleno de gente
En un salón de belleza latino, por más ocupados que estén los peluqueros, nunca te dicen que no: siempre hay espacio para atender a algún necesitado de un cambio de look. Eso sí: hay que irse preparados para esperar. Es por esto que en poco tiempo las peluquerías se pueden llenar de clientes esperando que los atiendan, generando este ambiente propicio para conversar, reírse, desahogarse y comentar todo tipo de chismes.
3-Una oportunidad para desahogarse
Los clientes latinos se relajan de tal manera en una peluquería, que acaban abriéndose a contar sus problemas personales (o los de algún “vecino”) mientras le cortan el pelo o le arreglan las uñas. “Los peluqueros nos hemos convertido también en terapeutas”, comenta Nixon, dueño de la peluquería Platino’s Salon en East Boston. Los clientes les piden consejos a los peluqueros no sólo de belleza sino también de su vida personal. “Una vez un cliente me dijo que tenía dos familias paralelas y que le ayudara a decidir con cuál se quedaba”, cuenta Fernando. “Y yo le dije que me mostrara la foto de las mujeres a ver”, bromea.
4-La música te hace sentir como en casa.
No es lo mismo sentarse a esperar a que le corten a uno el cabello oyendo Christmas Carols, que en cambio escuchar “Faltan Cinco ‘Pa Las Doce”. Esta música hace que nos relajemos de tal modo que nos sentimos casi como en casa, generándose también un ambiente festivo y alegre que convierte el cambio de look en toda una experiencia.
5-Peluteca: Un sitio para aprender
Uno se sienta a esperar en una peluquería y aprende noticias de todos los países, tips caseros, consejos prácticos de tecnología, de cómo criar a los hijos o alguna receta de Navidad. Si quieres enterarte de alguna noticia, comentarla y tener entretenidos debates nada como una peluquería.
Curioso sitio las peluquerías, ese lugar donde, aparte de recomponer el cabello, se realizan terapias de grupo muy interesantes. Yo ayer lo pasé genial en Platino’s Salon, y ¡salí como nueva en todos los sentidos!