El Sevilla debutó en la Liga de Campeones con una goleada por 3-0 al Borussia Mönchengladbach, en un choque donde el equipo español, aunque empezó sin efectividad en el remate, fue muy superior al rival y en el que dispuso de tres penaltis, de los que marcó el primero, falló el siguiente y anotó el tercero.
El triunfo de los sevillistas, que jugaron un buen partido con buenas incursiones por las bandas y un fútbol intenso ante un cuadro alemán sin fluidez ni claridad arriba, se cimentó tras el descanso, cuando Gameiro hizo de penalti el 1-0 nada más empezar y luego falló otra pena máxima, tras lo que Éver Banega no desperdició el segundo penalti y Konoplyanka redondeó el marcador con el 3-0 al final. Un riunfo que le valie el liderato del ‘grupo de la muerte’ (la Juventus ganó al Manchester City por 1-2).
El Sevilla salió con mucha intensidad buscando un fútbol rápido y la chispa de sus extremos Reyes y, sobre todo, Víctolo, muy activo junto al punta francés Gameiro. Así, pronto pudo llegar el primer gol local con un tiro de Vitolo al poste derecho cuyo rechace mandó alto Reyes, solo ante Sommer. La réplica fue inmediata en una falta que el holandés Brouwers cabeceó fuera.
Los sevillistas dominaron la primera mitad y fueron superiores al Gladbach, con un juego vertical y entradas por las bandas y con el argentino Banega intentando encontrar espacios, pero les faltó más pegada pese a sus constantes intentos, como en un remate de Vitolo que Coke desvió de tacón y el meta suizo rechazó a los 21 minutos. De ahí al descanso la ofensiva del Sevilla se acrecentó y gozó de hasta cuatro opciones para marcar: una de Reyes y tres más claras de Gameiro, en un cabezazo al lateral de la red, una volea que mandó alta y un zurdazo que paró Sommer.
Pim, pam, pum
La reanudación empezó trepidante. En tres minutos, del 46 al 49, el árbitro pitó dos penaltis a favor del Sevilla con un desigual desenlace. El primero, un tanto riguroso y muy protestado por los germanos, fue tras un centro de Banega al que Vitolo llegó instantes antes que el meta considerando el colegiado que Sommer lo derriba. Gameiro, con un tirazo a la izquierda del portero, lo convirtió en el 1-0 a los dos minutos del segundo tiempo, pero solo un minuto después se repitió la historia con un nuevo penalti en contra del Monchengladbach por derribo de Browers sobre Vitolo, el mejor de los españoles y una pesadilla para la zaga visitante. En esta ocasión, el internacional galo lo falló al estrellar su disparo, esta vez fuerte por alto y al centro, en el larguero.
Los alemanes, enfadados sobre todo por el primer penalti pitado, buscaron sacar el orgullo y reaccionar para lograr el empate, lo que intentó el brasileño Raffael con un remate fuera a los 54 minutos, aunque el Sevilla olía el triunfo, ya no bajó la intensidad y con Banega al timón siguió dominando y atacando. Muy bien en defensa y sin pasar apuros, tras avisos del argentino y Reyes, el equipo español amplió su ventaja al marcar el 2-0 y de nuevo de penalti, el tercero del choque, cometido por Jatschke sobre Gameiro y que esta vez transformó Banega a los 66 minutos.
Esto dejó muy tocado al Gladbach, que no se repuso de este gran mazazo. Así, el Sevilla continuó con su pleno control del juego, a placer a veces, y mostró su ambición al crear dos ocasiones más, hasta que el ucraniano Konoplyanka, muy escorado en la banda derecha, selló la goleada al batir con un ajustadísimo centro-chut a Sommer para hacer el 3-0 definitivo.