Jugó 13 años en la NBA, pasando por equipos como Bucks de Milwaukee (1993-1997), SuperSonics de Seattle (1997-2002), Boston Celtics (2002-2004), New York Knicks (2004-2005), Houston Rockets (2005) y Los Angeles Clippers (2005).
Estuvo cuatro veces en el All-Stars de la NBA y se colgó el Oro en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, con una selección de EEUU, conformada por, entre otros, Gary Payton, Vince Carter, Kevin Garnett y Alonzo Mourning.
Pudo haberse convertido en una leyenda, pero su adicción al alcohol hizo que fuese menos que recordado por muchos. Sin embargo, a sus 44 años y pese a haber acumulado una fortuna de 100 millones de dólares a lo largo de su carrera profesional, el exjugador Vin Baker actualmente deba ganarse la vida como barista (experto en cafés) en una sucursal de la famosa cadena Starbucks en Rhode Island.
La historia de Baker no es la única. La NBA cuenta con muchos ex jugadores que muy a pesar de sus millonarios ingresos años anteriores, no pueden llevar adelante una jubilación digna.
Su llegada a Starbucks se dio por la buena amistad con Howard Schultz, CEO de la empresa y ex dueño de los Seattle SuperSonics entre 1997 y 2002.