Grisel Sánchez, de 31 años de edad, dejó a tres hijos huérfanos de madre este martes por la noche, cuando fue abaleada en un tiroteo que ocurrió en el parque Puddingstone en Dorchester.
De acuerdo con la Policía de Boston, ella no era el objetivo de los tres tiros que dispararon, sino que resultó ser la víctima por accidente, y falleció en el acto, tras caer al suelo.
Alrededor del mediodía, unos 20 familiares y amigos de Grisel Sánchez caminaron por el Parque Puddingstone, ubicado cerca de las intersecciones de calles de Normandía y Seaver, donde colocaron una fotografía de ella en el centro de un monumento informal que construyeron.
Sánchez tenía tres hijos, dos varones de 11 y 14 años, y una joven de 13 años.
Beatrice Cole, una vecina del área, dijo que estaba en su apartamento ubicado en la calle Seaver la noche del martes, cuando oyó los disparos frente a su casa, miró hacia fuera, y vio a un grupo de hombres que habían estado sentados en el porche de una casa adyacente. Después, en su sala de estar descubrió pedazos de vidrio roto en el suelo. Al encender las luces, descubrió el camino que habían tomado dos balas, que traspasaron la pared exterior de su casa. Una de ellas rebotó en un ventilador de techo y luego se estrelló contra una foto enmarcada en la pared, rompiendo el vidrio. La segunda bala entró por la pared y viajó a través de la silla que utiliza de forma rutinaria en la sala de estar, según dijo.
Cole agregó que después de que escuchó los disparos y descubrió los agujeros de bala en su sala de estar, miró hacia el parque. Allí vio el cuerpo inmóvil de una pequeña mujer tendida en el suelo.