El narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán, jefe del cartel de Sinaloa, se fugó de la cárcel del Atiplano I, en el Estado de México (centro del país), por un túnel hasta un domicilio ubicado a 1,5 kilómetros de distancia, fuera del penal, informaron este domingo las autoridades.
En una rueda de prensa, el titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, señaló que en la celda del fugitivo, cuya huida se produjo el sábado por la noche, se encontró «un hueco de 50 por 50 centímetros y 1,5 metros de profundidad que comunicaba con un conducto vertical» y éste a su vez con el túnel. Un total de 18 personas han sido trasladadas a Ciudad de México para ser interrogadas en relación con la fuga del capo, ha explicado Rubido.
Experto en fugas
No es la primera fuga del «Chapo» Guzmán, de 60 años de edad, que en 2001 consiguió fugarse de otra prisión de máxima seguridad mexicana en Jalisco, en la que estaba desde su primera detención en 1993. Estte capo fue capturado en febrero de 2014 y trasladado a Antiplano I, donde ha estado encarcelado hasta este sábado.
Durante años ha encabezado la lista de los diez delincuentes más buscados en Estados Unidos. El año pasado, las autoridades de Chicago le declararon enemigo público número uno de la ciudad, sucediendo así al mítico gangster Al Capone.
El Departamento del Tesoro ha dirigido varias sanciones contra «El Chapo» y sus familiares, especialmente contra sus hijos y esposas, a quienes se cree que ha dejado la gestión de su inmensa fortuna, lo que se traduce en el bloqueo, decomiso y aseguramiento de sus bienes. La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) ofrece hasta cinco millones de dólares (3,7 millones de euros) por cualquier información que pueda conducir a la detención del narcotraficante mexicano.
Una bodega con restos de comida
La bodega de la que emergió «El Chapo», que forma parte de una construcción de unos 300 metros cuadrados, fue inspeccionada este domingo por agentes federales y la fiscal general mexicana Arely Gómez.
«Es una bodega sencilla, sólo se ve la salida del túnel que viene ( ) de la celda (de Guzmán) hasta acá y está completamente abandonada», dijo Gómez a periodistas.
En cambio, un funcionario de la fiscalía general comentó durante un recorrido posterior para medios de comunicación por el perímetro de la edificación que «una cuadrilla» de colaboradores del capo habitaba la bodega, a más de un kilómetro de distancia de las viviendas más próximas.


El comisionado nacional de seguridad, Monte Alejandro Rubido, dijo a la prensa que al túnel se accedía por el área de regaderas dentro de su propia celda.


// Load the classic theme
//Galleria.loadTheme(‘http://epmghispanic.media.clients.ellingtoncms.com/static-3/epmg/javascript/galleria.classic.js’);
$(«#gallery»).galleria({height: 670, transition: «slide», thumbCrop: «height» });
«Había tres camas, comida y sándwiches preparados», explicó bajo anonimato el funcionario, que se negó a revelar el contenido de dos barriles con capacidad para más de 100 litros llenos de un líquido transparente y otro rosáceo que estaban en un patio aledaño.
Aunque los periodistas no tuvieron acceso al interior de la bodega, la fiscalía difundió imágenes en las que se ven una cama deshecha y una cocina con fogones, nevera y restos de comida.
Guzmán llegó al inmueble gracias a un sofisticado túnel de 1,5 km al que accedió a través de un hueco cavado debajo de la ducha de su celda.
El pasadizo contaba con ventilación e iluminación y en él se encontró una motocicleta adaptada sobre rieles.
Esta no es la primera fuga del líder del cártel de Sinaloa, una organización con gran experiencia en la construcción de túneles con los que introducen droga de México a Estados Unidos.
En 2001, Guzman huyó de otro penal de máxima seguridad escondido en un carrito de lavandería y se convirtió en el narcotraficante más buscado del mundo.
México lo volvió a capturar en febrero de 2014 pero, tras su huida el sábado de El Altiplano, la búsqueda ha vuelto a comenzar.