La noche del miércoles 17 de junio, Dylann Storm Roof, un joven blanco de 21 años, entró a la Iglesia Episcopal Metodista Africana Emanuel en Charleston, Carolina del Sur y abrió fuego contra los presentes. Roof mató en el ataque a nueve personas, tres hombres y seis mujeres, todos afroamericanos.
Durante su ataque en la iglesia, el joven dijo a las víctimas: «Tengo que hacerlo… Han violado a nuestras mujeres y están tomando nuestro país». «Elegí Charleston porque es la ciudad más histórica de mi Estado y porque tenía la tasa más alta de negros sobre blancos en el país», dijo el joven en un manifiesto que había preparado y que apareció en el sitio web “LastRodhesian”.
Roof, un supremacista blanco, no solo odia a los afroamericanos, también se quejaba en su manifiesto de otras minorías como los latinos: “Los hispanos también son un problema para Estados Unidos. Pero hay buenos y malos hispanos. Tienen respeto por la belleza blanca, y una buena parte de ellos son de color blanco. Hay buena sangre que puede ser rescatada en Uruguay, Argentina, Chile e incluso Brasil. Pero no dejan de ser nuestros enemigos”.
Este crimen de odio que ha conmocionado a los Estados Unidos ha vuelto a traer a primera plana de la opinión pública el tema del racismo.
Recordemos que durante el segundo mandato de Presidente Obama los incidentes de tensión racial han sido múltiples y han ido acumulando el sentimiento de indignación y rechazo a la violencia entre un gran sector de la población.
El 26 de febrero de 2012 el joven negro de 17 años Trayvon Martin murió de un disparo propinado por George Zimmerman, un vigilante de vecindario en Sanford, Florida. El 17 de julio de 2014, un oficial de policía “ahorcó” por 15 segundos a Eric Garner, un hombre afroamericano de 43 años que padecía de asma ocasionándole la muerte por la compresión del cuello. El 9 de agosto de 2014, el oficial de policía Darren Wilson mató a tiros a Michael Brown, un joven negro de 18 años que no portaba armas en la localidad de Ferguson, Missouri. El 12 de abril de 2015, Freddie Gray, un joven negro de 25 años de edad murió en custodia de la policía después de ser arrestado.
¿Por qué se han dado tantos incidentes raciales durante la Administración Obama? Podría ser que el racismo, que ha estado presente desde el principio de la historia de los Estados Unidos, ahora sea tomado más en serio gracias al empoderamiento que ha dado a los jóvenes de color el hecho de tener un presidente afroamericano, como ellos, en Washington. ¿O es que el odio al prójimo de otro color diferente al nuestro va en aumento? Las interrogantes quedan abiertas.
OBAMA: «Sobre el racismo, no estamos curados»
En una entrevista el pasado lunes con el cómico Marc Maron, el Presidente Obama abordó el tema del racismo. En esta conversación, Obama explicó que el problema del racismo va más allá de cuidarse de no emplear palabras peyorativas para referirse a los afroamericanos.
En la conversación, el Presidente un hombre afroamericano, usó la “n-word”, una palabra despectiva para referirse a las personas de raza negra, para explicar que usar o no esa palabra no da un indicio de que el racismo aún exista o no en los Estados Unidos.
Obviamente, el uso del “n-word” por el Jefe de Estado captó de inmediato la atención de todos los medios de comunicación desatando la polémica: que si el Presidente no debió usarla… o que el contexto no era el correcto, entre otras posturas.
Sin embargo la intención del Presidente fue justamente ir más allá de un término peyorativo. Pues Obama tiene claro que la tensión racial en los Estados Unidos es tal que ser “políticamente correcto” no basta; él sabe que usar palabras apropiadas no basta para detener un ataque de odio racial o para evitar que las autoridades maltraten a una persona de raza negra.
EL RACISMO EN LA CONCIENCIA COLECTIVA
A pesar de que Charleston, Carolina del Sur está a casi mil millas de distancia de Boston, Massachusetts y que en nuestro estado la sombra del racismo parecería ser menor que en muchos otros lugares de la nación; el ataque de odio racial perpetrado por Roof ha despertado el debate sobre el racismo en todas las ciudades de los Estados Unidos.
Y hablar sobre el racismo es necesario. Estamos en un mundo que valora la diversidad y que no tiene espacio para odios injustificados o ideas basadas en supuestos erróneos. Demos el ejemplo desde nuestra comunidad y demostremos que no solo somos capaces de integrarnos en el universo multicolor que es el país que nos acoge, sino que también sabemos cómo valorar, respetar y defender a otros que no comparten nuestras tradiciones culturales y características. ¡Sobrepongámonos al racismo educándonos y trabajando juntos!
¿Qué piensa?
¿Hay racismo en Massachusetts?
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