En la madrugada del jueves 18 de junio se produjo una de las mayores redadas policiales en la historia de Boston. Un equipo de agentes policiales locales y federales allanaron varios lugares en la ciudad y arrestaron a 48 sospechosos vinculados a una pandilla callejera violenta.

Armas y drogas: Los Columbia Point Dawgs traficaban armas y drogas.
La detención de los miembros de “Columbia Point Dawgs” por posesión ilegal de armas y drogas se produjo tras una investigación de dos años dirigida a lo que la fiscal Carmen M. Ortiz denominó «la organización más grande, más violenta y más temida en Boston».
La investigación, que se describe en seis acusaciones federales, incluyó el uso de escuchas telefónicas, dijo.

En el operativo se econtró 1.5 millones de dólares en efectivo.
«Es el desmantelamiento de pandilla más grandes que hemos visto en Boston –si no es el más grande- para arrestar a los sujetos más peligrosos», dijo Vincent Lisi, agente especial a cargo de la oficina del FBI en Boston, durante una conferencia de prensa por la mañana del viernes en la corte federal en South Boston.
«Realmente creo que lo que hicimos esta mañana hace que Boston sea un lugar mucho más seguro para vivir”, dijo.
En la redada, la policía confiscó 31 armas, 1.5 millones de dólares en efectivo y 11 carros ligados a actividades delictivas.
Entre los detenidos se encuentran varias mujeres, una de las cuales era líder de una facción dentro de la pandilla.
Los detenidos comparecieron ante el tribunal federal en tres audiencias separadas el jueves por la tarde para hacer frente a una serie de cargos de tráfico de drogas y distribución de armas, algunas de las cuales llevan penas obligatorias de 20 años de prisión, o un máximo de 40 años.