Los familiares de Dzhokhar Tsarnaev aparecieron en la Corte Federal el jueves 30 de abril pero la sesión se suspendió debido a enfermedad de uno de los miembros del jurado. Sin embargo, fue reanudada el lunes 4 de mayo con la participación de sus parientes rusos quienes testificaron acerca de la niñez de Dzhokhar.
Por primera vez, Tsarnaev dejó caer su actitud impasible y lloró mientras una tía sollozaba al subir al estrado y se le pidió que bajara hasta que pudiera recomponerse.
Raisat Suleimanova, prima de Tsarnaev fue la primera en dar testimonio. Tiene una niña de 3 años y trabaja como enfermera en Moscú. «Vine aquí por el bien de mi hermano a quien amo mucho. Él es parte de mi familia…Rechazo categóricamente lo que hizo, es una gran tragedia, por supuesto», indicó.
Al jurado le fueron mostradas fotos de cuando Tsarnaev era niño y donde aparece Suleimanova. «Era un niño muy amable, muy tranquilo. Su bondad hizo que todos a su alrededor fueran amables con él. Sólo puedo decir cosas buenas de Dzhokhar», explicó la prima.
En parte de su testimonio la mujer describió que cómo Dzhokhar observaba la película El Rey León cuando era joven y «cuando el padre de Simba murió, él estuvo llorando, estaba muy triste».
Contó que la familia se mudó en varias ocasiones y que los niños cambiaban mucho de escuela.
«Vivieron como gitanos», aseguró mientras el jurado veía un mapa de los distintos lugares donde habían habitado los Tsarnaev. También contó que en la familia la religión era lo primero. «cumpíamos todas las tradiciones del Islam», aunque acotó que no oraban 5 veces al día. Suleimanova aseguró que Zubeidat se volvió más religiosa en Estados Unidos y que en 2010 la vio por primera vez con velo islámico.
A lo largo de la fase de sentencia, la defensa se ha centrado en mostrar al jurado como era Dzhokhar cuando niño y su vida antes de los atentados. Su estrategia está dirigida a evitar la pena capital y abogar por la cadena perpetua.