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Reconstruyendo América Latina a través de la educación

Cuando le preguntaron qué es lo que lo mantiene con los pies en la tierra en uno de los entornos más corruptos e inestables del mundo, Lorenzo Mendoza —director ejecutivo de Empresas Polar, la compañía privada más grande de Venezuela— aseguró que las preocupaciones morales deben ser la prioridad. «Primero están mis valores y principios», dijo. «En un país que va de lo surrealista hasta lo esquizofrénico, tienes que ser fiel a ti mismo».

El sábado 25 de abril un grupo de seis empresarios y legisladores de Latinoamérica, entre ellos Mendoza, participaron en la segunda Conferencia de Líderes de América Latina que organiza Boston College, y discutieron sobre las oportunidades y desafíos que enfrentan los individuos y las organizaciones para promover el crecimiento sostenible de la región.

El evento fue organizado por Latin American Business Club (LABC) con la ayuda de AHANA Management Academy, Brazilian Club of Boston College, CASA, Smart Woman Securities, UGBC, Boston College Entrepreneurship Society, y OLAA.

La conferencia tuvo como objetivo mostrar a los estudiantes las oportunidades existentes en los mercados emergentes de América Latina y aumentar la conciencia sobre los problemas sociales y políticos de la región.

Mendoza atribuye gran parte de su éxito a su estilo de liderazgo práctico. Se mantiene en constante comunicación con sus 70.000 trabajadores, les expone la visión de la compañía y les da a entender hacia dónde se dirige.

También hizo hincapié en la importancia de que sus trabajadores le vean «caminar el camino» e involucrarse en las operaciones del día a día. También cree que todos son necesarios, pero nadie es indispensable.

«Yo no puedo hacer su trabajo y ellos no pueden hacer el mío», dijo. «Es como en el béisbol: sólo el jardinero central puede atrapar un fly que cae justo donde él está».

Orlando Cabrales Segovia, ex viceministro de energía en Colombia, habló largo y tendido sobre el cambiante clima de negocios en América del Sur, debido tanto a la crisis financiera de 2009 como a los actuales precios bajos del petróleo. Explicó que las estrategias necesarias para afectar el crecimiento económico deben ser hechas a la medida para cada situación. Aunque América del Sur es una región, explicó, los países que la conforman tienen diferentes necesidades.

Cabrales, Mendoza y Patricia López —vicepresidenta senior de Estee Lauder—, también respondieron preguntas acerca de la brecha de la desigualdad y la falta de acceso a la educación que muchos de los jóvenes de América Latina sufren.

«Veintitrés millones de niños en Latinoamérica no tienen acceso a la educación y el 48 por ciento tiene problemas haciendo tareas académicas rudimentarias», dijo Robert Murphy, profesor asociado de economía en Boston College y moderador del panel. «¿Cómo se invierte en ella?», preguntó a los panelistas.

En respuesta, Mendoza dijo que las empresas privadas no son sustitutos de las responsabilidades del Estado, y defendió las asociaciones público-privadas, en las cuales las empresas privadas complementan los esfuerzos gubernamentales. «Podemos ayudar e invertir», dijo Mendoza. «Necesitamos más capital humano para desarrollarse y crecer».

La lucha contra la desigualdad comienza con una inversión en la educación, agregó Cabrales. Dado que las industrias de petróleo y gas están buscando trabajadores con habilidades muy específicas, la educación es muy importante, dijo. Si los ciudadanos no tienen esas habilidades, las empresas se verán fuera del país para los nuevos trabajadores.

En los últimos años, la mala reputación económica y política de la región ha causado algunos problemas tanto para los gobiernos como para las empresas, ya que los inversores no tienen la misma confianza que había durante la última década. La corrupción generalizada y los escándalos de alto perfil, como el de Petrobras (en el cual los funcionarios corporativos de la gigante petrolera brasileña supuestamente pagaban a funcionarios públicos a cambio de contratos e incluso retenían una porción de las ganancias para sí mismos) han mantenido a los inversionistas fuera de la región.

Mendoza señaló que los incentivos para la corrupción están siempre presentes, e hizo referencia a las medidas implementadas por el ex presidente venezolano Hugo Chávez y su sucesor Nicolás Maduro, según las cuales el gobierno podría expropiar todos los bienes de propiedad privada que estuvieran sub-utilizados o fueran «utilizado para perpetuar la guerra económica en el país».

«La inversión extranjera es fundamental para el desarrollo de nuestros países», añadió López. «La corrupción es un gran problema … hay que elegir el camino correcto aunque sea más difícil, no el más fácil que es incorrecto».

Durante la sesión de preguntas y respuestas en el evento, plantearon una interrogante que está presente en la mente de muchos estudiantes hispanos en el extranjero: «¿Debemos volver a nuestros países o permanecer en el extranjero?»

Cabrales dijo que es bueno para el país si los estudiantes que están en el extranjero regresan a sus hogares. El conocimiento y la experiencia internacional que traen de vuelta sólo ayuda al crecimiento de su país de origen.

«Siempre regresen», aconsejó Mendoza. «Ningún país puede desarrollarse sin su mejor talento».


Juan Olavarría es estudiante de economía y estudios internacionales en Boston College. También es asistente editorial de The Heights, el periódico universitario, donde escribe frecuentemente. Puedes seguirlo en Twitter por @BaseballJuan22.

Este artículo fue publicado originalmente en The Heights y traducido por Tibisay Zea para El Planeta.

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