En su primer encuentro con los periodistas tras resultar elegido en el cónclave, ya dijo: «¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!». El Papa Francisco, de cuyo pontificado se cumplieron el viernes 13 de marzo dos años, ha demostrado con la acción su propósito de revolucionar la Iglesia.
Al cumplir su segundo aniversario en el Trono de San Pedro, el Papa Francisco afirmó: Yo tengo la sensación que mi Pontificado va a ser breve. Cuatro o cinco años. No sé, o dos, tres. Bueno dos ya pasaron. Es como una sensación un poco vaga” y agregó: “tengo la sensación que el Señor me pone para una cosa breve, nomás y… Pero es una sensación. Por eso tengo siempre la posibilidad abierta ¿no?”
En italiano o en español con acento argentino, el sucesor de Benedicto XVI ha denunciado, bromeado, confesado, lamentado y exhortado en relación a algunos de los mayores desafíos que tiene por delante la fe católica.
«Para conseguir la paz se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra».
«¡Claro que eres hijo de la Iglesia!» (a un transexual)
«Algunos creen, perdonad la expresión, que para ser bueno y católico tenemos que ser como conejos. No hay que reproducirse como conejos».
«Sufro si las veo como servidumbre» (sobre el papel de las mujeres en la Iglesia)
«El matrimonio es entre un hombre y una mujer (…) pero tenemos que ver los diferentes casos y evaluarlos en su diversidad».
«¿Quién soy yo para juzgar a los gays?»
«No se puede imaginar una Iglesia sin mujeres activas».
«Les pido que garanticen que la riqueza sirva a la humanidad y no que la gobierne».
«No tengan miedo de hacerse ciudadanos del mundo digital… es un don de Dios».
«Duele ver a una monja o un cura con el último modelo de coche»