El strip-club King Arthur’s de Chelsea es un sitio famoso, pero no precisamente por cosas buenas: Ha sido lugar de varios homicidios, un famoso caso de brutalidad policial, un atentado y, por supuesto, innumerables hombres lanzando dinero a mujeres desnudas en el escenario.
Pero las autoridades de la ciudad, con la esperanza de borrar los malos recuerdos, han cerrado el local, aprovechando la negativa de los propietarios a pagar $300.000 en impuestos como una oportunidad para revocar las licencia de licor y de entretenimiento para adultos.
Los propietarios han dicho que van a pelear la orden de cierre, pero los funcionarios de Chelsea esperan que este fin de semana acabe una era de mal gusto, que ha durado 37 años.
«No estoy triste de que cierre King Arthur’s, todo lo contrario», aseguró el administrador municipal de Chelsea, Jay Ash. «Es otro de esos lazos con el pasado que estamos felices de quitarnos de los hombros», agregó Ash, quien está tratando de promover una nueva Chelsea libre de la corrupción y de los pecados de su pasado. «Hay un montón de cosas buenas sucediendo en Chelsea; King Arthur’s no era una de ellas».
Situado en una carretera llena de baches a la sombra de los tanques de gas natural licuado de Everett, King Arthur’s ha estado íntimamente conectado a al menos cuatro muertes en los últimos años: un hombre durmiendo borracho en una cama del motel fue asesinado por un policía con un bate de béisbol; un trabajador de construcción fue asesinado por un hombre que hizo múltiples disparos durante un espectáculo de striptease. Y por lo menos dos personas murieron por accidentes con conductores que habían estado bebiendo en el bar antes de salir a la carretera.