La pasión y la polarización que ha desatado el debate sobre inmigración en Massachusetts salió a florecer en Lynn el martes en la tarde, cuando más de un centenar de manifestantes se congregaron en las escaleras de la alcaldía para protestar por las declaraciones de la alcaldesa Judith Flanagan Kennedy, quien dijo que la afluencia de niños inmigrantes de América Central está causando un drenaje de recursos en la ciudad.
Levantando pancartas y gritando consignas, los manifestantes acompañaron a una ronda de líderes de grupos comunitarios locales quienes criticaron los comentarios que hicieron la alcaldesa y de la superintendente de Escuelas Públicas de Lynn, Catherine Latham, a Fox 25 sobre los gastos causados por los niños inmigrantes.
«Los comentarios de la alcaldesa provocan tensión», dijo José Palmas, uno de los organizadores de la protesta. «Quieren usar a los niños como chivos expiatorios de los problemas de la ciudad».
Kennedy dijo a Fox la semana pasada que la oleada de inmigrantes «ha llegado a un punto en el que ha abrumado al sistema escolar y al Departamento de Salud, y el presupuesto de la ciudad se está alterando de manera significativa con el fin de dar cabida a todos en el departamento escolar».
El debate se calentó aún más cuando apareció una docena de personas que apoyaban a la alcaldesa y se oponían a la inmigración ilegal. Llevaron sus propias pancartas que desplegaban con frases tales como «Ilegal es ilegal» y «Apoya a la alcaldía, no juzgues a Judith».