Cuando usted ordena una pizza, una hamburguesa o piezas de pollo frito en una cadena de comida rápida, ¿se ha puesto a pensar cuántas personas trabajan en la operación para asegurarse de que estos alimentos lleguen a usted rápidamente y como deben ser servidos? Pues son muchos trabajadores los que sudan para preparar un cheeseburger, 34 mil en Massachusetts para ser exactos. Y la mayoría de estos hombres y mujeres, muchos de ellos latinos, ganan muy poco dinero por hora y en ocasiones enfrentan malas condiciones de trabajo. Frente a esto un artículo publicado recientemente destaca la lucha a nivel local de los hombres y mujeres que trabajan para la industria del Fast Food.
«En particular, los trabajadores de la industria de la comida han logrado atención de los medios a nivel nacional por sus esfuerzos para protestar salarios abismalmente bajos, al recibir represalias contra su activismo realzado con marchas en Agosto y Diciembre del año pasado y una marcha internacional el 15 de mayo. Como McDonald’s apuntó en su informe corporativo a la SEC presentado en Febrero, las ganancias de la industria podrían estar amenazadas por estas ‘campañas de organizaciones de trabajadores y activistas, incluyendo el uso de Social Media… para promover o amenazar con boycotts, huelgas u otro tipo de acciones'».
Este párrafo es extraído del artículo «Food Fight: The Hopes, Dreams, And Challenges of Local Food Unionism« (Pelea de Comida: Las Esperanzas, Sueños y Retos del Sindicalismo de [la Industria de] la Alimentacion Local) del autor Dan Schneider publicado por el Weekly Dig.
El artículo describe cómo los sindicatos a nivel local han tenido éxito presionando a gerentes de restaurantes para que traten de manera justa a sus empleados.
También se plantea en este artículo que si los trabajadores en la industria de la alimentación y el público siguen prestándole importancia a los problemas que existen en la industria, entonces la problemática de los salarios bajos y condiciones injustas en la industria de los restaurantes podría tomar un papel protagónico en la política de Massachusetts (Algo que el autor apunta que sería imposible de otra manera).
Ejemplos que ilustran cómo se están organizando los trabajadores de restaurantes locales son el del grupo MassUniting auspiciado por el sindicato SEIU. En este artículo se describe cómo este grupo ha concientizado a la población local sobre las injusticias que viven los trabajadores de empresas de comidas rápidas. Esta organización se ha hecho ver en las principales cadenas presentes en Massachusetts y ha dejado claro su mensaje: piden que los trabajadores tengan derecho a formar un sindicato y que el sueldo sea de $15 la hora.
La esperanza de que suceda lo mismo que en otros Estados, en donde los trabajadores han llevado a corte a sus empleadores y han obtenido compensación por alguna injusticia, está latente en Massachusetts.
Lo invitamos a que lea este artículo (En inglés) que fue compartido por nuestros amigos del Weekly Dig siguiendo este enlace.