Una cooperativa de taxistas hispanos en Lynn está organizándose para protestar activamente por condiciones injustas para hacer negocios y trabajar en el sector de los taxis.
Desde 1990, la alcaldía de Lynn otorga un total de 50 licencias de taxi, a pesar de que la población de la ciudad ha crecido dramáticamente desde entonces a más de 90.000 personas. 45 de esas 50 licencias son propiedad de Robert Colucci, hermano del concejal Richard Colucci, quien ha estado en el cargo por largo tiempo. La cooperativa Union Taxi reclama parte del pastel, pero no le es posible si quiera comprar una sola licencia, porque no hay más disponibles.
“La alcaldía no quiere aumentar el número de licencias porque existe un concenso entre los taxistas activos para no hacerlo, y además porque tienen miedo a tener que pensar en un sistema más equitativo para distribuir las licencias” explica Lissy Romanow, de la organización Neighbor to Neighbor en Lynn, que está promoviendo el activismo alrededor de este conflicto.
Desde 2011, la Unión Taxi, que cuenta con 10 propietarios y 33 trabajadores, ha estado intentando conseguir 10 licencias con el fin de servir a una comunidad de bajos ingresos con transporte público escaso, pero no le ha quedado más remedio que alquilar una sola licencia por $ 9.000 al mes al empresario Robert Colucci. “Este costo es insostenible, y mientras Union Taxi se enrumba hacia la quiebra, Colucci continúa beneficiándose”, explica Romanow en un comunicado.
La semana pasada hubo una reunión entre miembros de la cooperativa y concejales, lo cual representa, según Romanow “un hito en la historia de este conflicto, que también afecta a otras ciudades como Boston y Nueva York, donde los taxistas tienen que pagar grandes sumas de dinero para poder trabajar en un sistema monopolizado”. A partir de esa reunión el concejal ha dicho que va a negociar y ha programado una segunda reunión para esta semana.
«Mientras haya pocas licencias y siga subiendo la demanda de taxis, los precios serán altos, lo cual afecta al final a la comunidad de bajos ingresos, que no tiene cómo afrontar el costo del servicio que, en muchos casos, se hace necesario a diario, pues el transporte público de la zona no es confiable», explica Romanow.
Esta semana entrevistaremos a miembros de esta cooperativa e intentaremos coordinar una reunión con el concejal Colucci para hacer seguimiento a esta historia.