Esperar un hijo no es estar enferma, todo lo contrario. Pero aunque tu salud sea estupenda, en estos nueve meses debes vigilarla más, por tu bien y por el de tu bebé Y para eso contarás con la ayuda de tu ginecólogo.
El control médico descartará la existencia de problemas (los detectará si existen) y te asegurará que todo va bien. Tu médico te hará reconocimientos físicos, valorará los cambios que experimentes y vigilará tu salud y el desarrollo del feto mediante diversas pruebas. PRIMERAS SEMANAS. Primera visita al ginecólogo, y analítica completa de sangre y orina.
Cuando confirmes tu embarazo, el médico de familia de la Seguridad Social te remitirá a un tocoginecólogo para que controle tu salud desde ese momento. En el primer encuentro te preguntará por tus antecedentes médicos, hábitos de vida, condición física e historial familiar, para saber si hay riesgo de enfermedades hereditarias. Se interesará también por tu edad, profesión y embarazos, partos o abortos previos. El historial médico del padre también debe tenerse en cuenta por si presenta alguna enfermedad que pueda afectar al niño. En esta primera consulta se establecerá el calendario de visitas para todo el embarazo: aproximadamente una cada mes, pero pueden ser más si el médico considera que tu gestación precisa un control mayor. En esta primera visita también se anotará la fecha del inicio de tu última regla (FUR) para calcular la fecha probable del parto (FPP).
Análisis de sangre y de orina Al inicio de la gestación, el médico te mandará análisis de sangre y orina. Y te los repetirán cada trimestre, para garantizar que todo está correcto. Un análisis de sangre normal mide el número de glóbulos rojos y blancos, el nivel de hierro, la concentración de glucosa, el colesterol y las transaminasas, pero además, en el primer control, el tocoginecólogo solicitará también información sobre la presencia o no de anticuerpos de toxoplasmosis, rubéola, sífilis, VIH y hepatitis.
En cuanto al análisis de orina, los resultados revelarán la presencia o no de albúmina (una proteína que en elevada cantidad indica patología renal), el nivel de glucosa y el número de leucocitos. Este control te lo repetirán cada trimestre, excepto si detectan diabetes o infección renal o urinaria, en cuyo caso se hará más a menudo.
EN LA SEMANA 12, ecografía del primer trimestre. En ella el ginecólogo determinará si el embrión está vivo, la edad gestacional (nº de semanas de embarazo), si existe uno o más embriones (gemelos, mellizos), si el embrión está implantado en el lugar correcto (útero), y posibles malformaciones fetales. También se valora la presencia de signos del síndrome de Down (traslucencia nucal).
SEMANA 20, ecografía morfológica del segundo semestre. En esta ecografía se hará un estudio del desarrollo de los órganos fetales en busca de posibles malformaciones.
También se aprovecha para medir el útero y determinar las mujeres en situación de riesgo de parto prematuro. Asimismo se estudia la circulación sanguínea uterina.
ENTRE LA SEMANA 24 Y 28, test de O’Sullivan Algunas embarazadas tienen tendencia a desarrollar hiperglucemia (aumento de glucosa en sangre), por lo que es necesario realizar un análisis para medir este nivel. Entre las 24 y 28 semanas le realizarán el test de O’ Sullivan para detectar una posible diabetes gestacional. La prueba consiste en ingerir en forma de zumo 50 gramos de glucosa y una hora después le extraerán sangre para determinar los niveles de glucosa en sangre. Si está por encima de 140 puede indicar una posible diabetes gestacional y habría que realizar una curva de glucosa para confirmarlo. Para ello hay que beber 100 gramos de glucosa y someterse a tres extracciones en tres horas. Si indican diabetes, hay que seguir un régimen y un control todo el embarazo.
EN LA SEMANA 34 aprox.: Ecografía. En esta ecografía se observa si el crecimiento fetal es el adecuado, en qué posición está colocado su bebé, si la placenta funciona correctamente, etc.
SEMANA 35-36, tercera analítica. En este tercer análisis de sangre se estudia el estado de la gestante ya de cara al parto. ENTRE LAS SEMANAS 36-38, cultivo vaginal. En esta prueba la matrona le tomará una muestra vaginal y rectal para la detección del estreptococo agalactiae. A las embarazadas que les salga positivo este cultivo tendrán que administrarle antibióticos en el momento del parto para prevenir infecciones en el recién nacido.
SEMANA 40, monitorización fetal.
Si la mujer llega a esta semana sin haber dado a luz, comienzan las monitorizaciones fetales. Estas monitorizaciones se repetirán periódicamente hasta que la mujer de a luz de forma natural, o bien se le provoque el parto, o se le realice una cesárea.