Según la Agencia para Proteger el Medio Ambiente en Estados Unidos, también conocida por sus siglas EPA (Environmental Protection Agency), los medios de transporte son responsables por un 28% del total de las emisiones de gases efecto invernadero que causan el cambio climático. La agencia dice que los medios de transporte (automóviles, aviones, trenes, etc.) comparten la responsabilidad en la generación de dióxido de carbono de forma distinta. Así un estudio hecho por la EPA en 2011 dice que el automóvil de uso privado es responsable por un 65% del total de la emisión del dióxido de carbono a la atmósfera.
¿Qué significa esto? La tarea para disminuir las emisiones de gases del transporte se hace más compleja, ya que hemos creado una dependencia muy profunda con los medios de transporte, en particular con el automóvil de uso privado. A pesar de las nuevas tecnologías, como son los automóviles híbridos y otros, estos aún no están al alcance de las comunidades de bajos ingresos. Para muchos en la comunidad latina el automóvil es una necesidad y no un lujo, en otras palabras, es usado como medio para llegar al lugar de trabajo. Por lo tanto, no basta con decir no al uso del automóvil, sino que además hay que crear soluciones prácticas al transporte y que no afecten la economía de la comunidad latina.
En un estudio titulado “The Toll of Transportation” y publicado en 2013 por el centro Dukakis de la universidad de Northeastern y hecho en conjunto con Neighbor to Neighbor Massachusetts, se indica que los latinos no dependemos de los medios de transporte como son el automóvil, sino que tendemos a usar el transporte público como medio para movilizarnos. Esto es cierto sobre todo en Boston, pero no es el caso con el resto del estado, donde el estudio arroja otros resultados. Este indica que los latinos en lugares como Worcester, Springfield o Lynn tienden a usar carros para llegar a sus trabajos o para hacer trámites. Esto es un reflejo de la condición económica de nuestra comunidad. A la vez este estudio deja al descubierto la precariedad del transporte público en otras áreas, donde no cuentan con los recursos para mantener un sistema de transporte público funcionando como es en Boston.
La mejor alternativa para movilizarnos y disminuir la producción de dióxido de carbono es usar los medios de transporte público –esto no significa que este medio no contamine, pero ayuda a minimizar el problema. La problemática que enfrentamos, sin embargo, tiene que ver que los recursos al transporte público son limitados, por ejemplo, no se cuenta con los fondos suficientes para aumentar la cantidad de buses que circulen en la ciudad. En otros lugares de Massachusetts, hay pueblos que ni siquiera pueden contar con transporte público o este funciona de modo muy esporádico.
Por esto, tenemos que aunar esfuerzos para demandar más recursos para el transporte público; tanto para minimizar la emisión de gases de efecto invernadero, como para nuestro bien económico.