A los niños les encantan los chistes. Les gusta escucharlos y les gusta contarlos. Tanto les gustan los chistes que pueden contar el mismo una y otra vez y seguir riéndose de él.
Contar chistes simples es una manera divertida de hablar español con los niños y de ayudarlos a adquirir el idioma. Muchos chistes se basan en los juegos de palabras y por lo tanto contarlos y escucharlos les enseña a los niños a interpretar el doble sentido.
Hay muchos chistes simples en español. Algunos se basan en el doble sentido de las palabras mientras que otros juegan con la forma en que se combinan los sonidos de las letras o la forma en que el sentido de las palabras cambia al cambiar el género de un sustantivo. Dependiendo del niño y del chiste, tal vez tengas que explicar por qué el chiste supuestamente causa gracia. Pero mientras que el juego de palabras sea uno que tu hijo pueda entender después de que se lo expliques, la experiencia de lenguaje es valiosa aún si no capta el chiste la primera vez que lo escucha.
Los niños adquieren el idioma a través de escuchar, así que no tienen que contar chistes ellos mismos para aprender de ellos. Aprenderán al escucharlos de ti. Algunos chistes son pequeños cuentos y los niños te pedirán contarlos una y otra vez.
Para ayudar a tu hijo a entender los chistes:
- Dile que le vas a contar un chiste.
- Si es posible, crea un contexto para el chiste. Por ejemplo, si se trata de un pez, cuéntalo cuando puedas mostrarle un pez en un libro o en un acuario o cuando puedas dibujar un pez.
- Al contar el chiste, cuéntalo con expresión, y usa distintas voces para los diferentes personajes.
- Interpreta los chistes, representando con actuaciones los que mejor se prestan para las acciones.
- Busca chistes que tu hijo entenderá. El vocabulario de los chistes varía bastante, así que puede ser que tu hijo entienda algunos perfectamente y que no entienda otros para nada. Para chistes que contengan solo una o dos palabras desconocidas, enséñale las palabras específicas. Vuelve a otros chistes más avanzados cuando haya adquirido más español
Aquí están algunos chistes simples que le puedes contar a tu hijo:
Qué le dice un pez a otro pez?
- Nada.
Un pececito le pregunta a otro pececito:
- ¿Qué hace tu papá? /¿Qué hace tu mamá?
- Nada.
¿Qué le dice una pared a otra?
- Nos encontramos en la esquina.
¿Qué le dijo la cucharita al azúcar?
- Te espero en el café.
¿Qué le dijo la mamá pulpo a su hijito?
- Tómate de mi mano, de mi mano, de mi mano, de mi mano…
Repítelo.
- Lo, lo, lo.
Dime.
- Me.
Un paciente llega a ver al doctor con una zanahoria en el oído y una cebolla en la nariz. Preocupado, le pregunta al médico:
- Doctor, ¿Qué me pasa?, ¿Qué me pasa?
El doctor le responde:
- Creo que no estás comiendo bien.
Un paciente le dice al doctor:
-Doctor, si me toco la oreja me duele.
Si me toco la nariz, me duele.
Si me toco el brazo, me duele.
Si me toco la rodilla, me duele.
¿Qué puede ser, doctor?
El doctor le responde:
- Pues, que tiene el dedo roto.
Jennifer escribe en su blog Spanish Playground