A tan solo dos días de haberse empezado a reactivar la economía, aún son muchos los líderes en el estado que no sienten cómodos con el plan implementado por el gobernador Charlie Baker. Uno de ellos es el Alcalde de Boston, Marty Walsh.
Este martes Walsh subrayó la importancia de moverse lentamente en la ciudad al afirmar que no tiene planes, en este momento, de levantar el toque de queda en Boston, pues le preocupa permitir que las oficinas vuelvan a abrir a un cuarto de su capacidad.
El alcalde aprovechó sus comentarios para indicar un enfoque más deliberado para la ciudad, en el que dijo que Boston está trabajando en un plan que podría estar listo en la próxima semana y con el cual se tomarán decisiones entorno a la comida al aire libre, una vez que la gobernación permita la reactivación de los restaurantes.
Walsh habló fuera del ayuntamiento y dijo que pensaba que el gobernador Baker había tomado un «enfoque reflexivo», refiriéndose al plan de cuatro fases, afirmando que no se sentía cómodo con la decisión del gobernador en torno a la reapertura de las oficinas, que recordemos deberá iniciar, según el plan de Baker, el próximo 25 de mayo.
Recordemos que Baker dijo “que las oficinas pueden traer de vuelta al 25 por ciento de su fuerza de trabajo a partir del próximo lunes en todas partes excepto en Boston”, donde se espera que las actividades laborales se reactiven el 1 de junio.
«Personalmente no me siento cómodo con el 25 por ciento, para ser honesto con ustedes, y lo estamos viendo ahora”, dijo Walsh.
«En general, los datos nos dicen que estamos avanzando en la dirección correcta en los nuevos casos, en las pruebas positivas y en la hospitalización durante unas tres semanas aquí ahora, y eso es una buena noticia. Pero todos los días la tendencia también nos da motivos para ser precavidos en cuanto a lo gradual que es, en cuanto a lo necesarias que han sido nuestras precauciones y en cuanto al potencial de nuevos brotes si no seguimos haciendo lo correcto», indicó Walsh.
