En su declaración de este viernes el gobernador Charlie Baker informó que tras reunirse con el Secretario de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., Alex Azar ambos llegaron a la conclusión sobre el papel que debería jugar el gobierno federal en la aceleración del desarrollo de vacunas, necesarias para terminar de hacer frente al coronavirus.
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Las declaraciones de Baker fueron emitidas desde el Centro Médico Beth Israel Deaconess. Desde allí el gobernador aseguró haber hablado “mucho sobre los temas relacionados con las vacunas y los tratamientos”, indicando que “los federales tienen más herramientas disponibles para poner el pie en el acelerador con respecto a los tratamientos y las vacunas que cualquier otra persona. No sólo supervisan los procesos de aprobación, sino que también tienen recursos orientados específicamente a ser invertidos allí».
Secretario Alex Azar
I’m in #Boston today to see how Beth Israel Deaconess Medical Center is supporting the #COVID19 response and helping the community get back to healthcare. Their staff has been working tirelessly for months to assemble test kits, and have stockpiled over 40k. pic.twitter.com/OjXUBeqb4l
— Secretary Alex Azar (@SecAzar) June 12, 2020
«Me alegra ver que ahora están haciendo algo de eso», aseguró Baker al ver que un grupo de investigadores que se encuentra trabajando en una posible vacuna.
Azar por su parte, comentó que las autoridades federales tienen un objetivo aún más ambicioso, pues esperan producir 300 millones de vacunas para la población estadounidense a principios del próximo año.
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«Lo que estamos haciendo es desplegar todo el poder del gobierno federal, los recursos financieros del gobierno federal y nuestro increíble sector privado… para avanzar en todos esos plazos, sin comprometer nunca la seguridad o la eficacia, sino más bien reduciendo la ineficiencia», dijo. Añadiendo que el plan del gobierno pide «arriesgarse y fabricar la vacuna incluso antes de saber que tenemos una vacuna segura y efectiva».
Azar además comentó que el gobierno federal hasta la fecha a entregado más de 800.000 kits de prueba a los centros de salud de la comunidad, los cuales atienden principalmente a los miembros de la comunidad afroamericana. “Ahora las autoridades sanitarias están exigiendo que se recojan datos demográficos durante las pruebas de COVID-19 para ayudar a los investigadores a tratar mejor a los grupos vulnerables”.
