Un estudiante universitario identificado como Rodrigo Eduardo Rivas Renderos, de 23 años, fue encontrado muerto en medio del desierto de Falfurrias, Texas, en Estados Unidos, después de huir de El Salvador tras ser amenazado de muerte por las pandillas.
La madre del joven confirmó que su hijo decidió viajar ilegalmente hacia Estados Unidos, para reunirse con ella después de nueve años de separación. Le había confesado que la colonia donde vivía estaba atestada por pandilleros y que la zona era “invivible”.
Rodrigo emprendió su viaje una madrugada de septiembre de 2019, en compañía con otro grupo de salvadoreños y un coyote que había contratado su familia para que lo llevara hacia Estados Unidos.
Sin embargo, tras varios días de viaje, tras cruzar con muchos obstáculos México y entrar al desierto de Texas, en la zona de Falfurrias Rodrigo comenzó a perder fuerzas y lo atacó el cansancio hasta que ya no pudo seguir, según lo que comentó vía telefónica el coyote que lo dirigía.
El coyote habló a la madre del salvadoreño y le expresó que su hijo “no podría seguir el camino, que estaba cansado y débil”. Esa fue la última vez que la apesadumbrada madre supo de su hijo. El coyote ya no respondió su celular y ya no tuvo noticias de Rodrigo.
Desde esa fecha comenzó el tormento y angustia de la señora, buscó ayuda en consulados y otras instituciones de gobierno para que le ayudarán a buscar a su hijo, sin embargo, confiesa que nadie le ayudó.
En enero de 2020, la mujer viajó desde California a Texas para buscar a Rodrigo vía aérea, junto a un grupo de personas altruistas “Ángeles del Desierto”, sin embargo, no tuvo suerte y la mujer se retiró hacia su casa.
El pasado sábado 8 de febrero, un grupo de cazadores encontró restos de huesos entre varias sábanas en el desierto de Texas. Al principio creyeron que se trataba de un animal, sin embargo, al verificar los harapos, encontraron la billetera del joven con su DUI e identificación de la universidad donde estudiaba.
Ahora la madre de Rodrigo sigue esperando a que las autoridades verifiquen la identidad del joven salvadoreño a través de las comparaciones de sangre con las suyas. Hasta que eso se compruebe los restos que se cree son los de Rodrigo serán repatriados hacia El Salvador.
Rodrigo era un joven muy aplicado, estudió su bachillerato en un reconocido colegio en Santa Tecla. Le gustaba mucho la lectura y tenía una pasión por la escritura. Su círculo más cercano lo admiraba por su inteligencia.
En los últimos diez años la Border Patrol o Patrulla Fronteriza de Estados Unidos reportó que entre 250 y 450 jóvenes emigrantes mueren anualmente en la frontera Sur colindante con México, la mayoría de casos son registrados en el desierto.
Por ElSalvador.com