Hay señales que están ahí cerca, pero que son muy difíciles de entender. Algunos pasan por un lado sin darse cuenta de lo que está por ocurrir mientras que otros entienden un poco más del futuro hecho sin afirmar que realmente algo ocurrirá.
Esto último pasó con la esposa de Mickael Harpon, empleado de la Prefectura de la policía de París, y quien el jueves de la semana pasada acabó con la vida de cuatro personas en el sitio luego de protagonizar un ataque con arma blanca antes de ser abatido por oficiales.
Su pareja aseguró que advirtió a un compañero de labores de este que su esposo había mostrado un comportamiento extraño; sin embargo, jamás pensó que el hecho lo llevaría a cometer el atroz crimen que materializó.
El domingo 6 de octubre, la pareja de Harpon fue interrogada y posteriormente liberada sin cargos, en parte del proceso de investigación que, en principio, descartó la opción de un ataque terrorista.
Mientras, la policía de Francia aún realiza las pesquisas para saber si el hombre actuó solo o alguien manejaba información sobre el ataque.
Según reveló la mujer, Harpon se despertó brutalmente la noche anterior con claras señales de incoherencia. Además, le comentó a su mujer que estaba escuchando voces.
Pese a que años atrás se había convertido a la religión musulmana, el ministro del Interior de Francia, Christophe Castaner, aseguró que este no era motivo para pensar que se trataba de un hecho vinculado a fines religiosos.