Los Medias Rojas comienzan la segunda parte de la temporada con una alineación potente, con números entre la élite en la Liga Americana este año y varios flancos abiertos que requieren ser reforzados, a fin de garantizar un final feliz en la lucha por conseguir un lugar en los playoffs.
El bateo está bien. Con la insurgencia del dominicano Rafael Devers, el notable aporte del arubeño Xander Bogaerts y el liderazgo por segunda campaña seguida de Mookie Betts, nadie en el joven circuito sumó más carreras ni mejor promedio de embasado colectivo que los dirigidos por Alex Cora.
Aunque seis escuadras tienen más jonrones en la liga, Boston es cuarto en slugging y tercero en OPS. Sí, comparte esas alturas con los Mellizos, los Yanquis y los Astros, precisamente los líderes de cada división al empezar la acción esta semana.
El pitcheo es una historia ligeramente distinta. La efectividad colectiva de 4.59 es simplemente mediocre. Está justo por debajo de la media de la Americana. Lo mismo pasa con el promedio de hits recibidos y boletos entregados por cada nueve entradas. Es un alivio que los brazos patirrojos estén entre los que encajan menos cuadrangulares y que ninguna otra divisa ponche a más oponentes. Pero el staff necesita mejorar.
Eso va por la rotación, que ha andado sin Nathan Evaldi —y seguirá sin él, pues regresará como relevista—. Pero va especialmente va por los bomberos. Chris Sale, el venezolano Eduardo Rodríguez y Rick Porcello han mejorado al avanzar el torneo, aunque todavía sin la consistencia de David Price. Los iniciadores bostonianos son sextos en victorias sobre average, con balance global positivo, mientras que los apagafuegos no lo tienen y son décimos, con foja negativa. Es una manera rápida de detectar dónde hay una falla grave.
Es probable que Nathan no sea la única solución este mes, y que la gerencia salga en busca de tiradores para los episodios finales, alguien que compense las ausencias de Craig Kimbrel y Joe Kelly, ahora en la Nacional, con los Cachorros y los Dodgers.
Pero hay un aspecto que urge mejorar y que posiblemente no recibirá nuevos nombres: los guantes.
Los bostonianos son últimos en eficiencia defensiva, el total de outs que consiguen respecto al número de batazos que reciben. Ocupan, además, el puesto 12 de 15 en carreras fildeadas sobre el average, con números negativos, como también lo son en otros baremos que permiten medir quién juega mejor al campo y quién no.
Ese es el panorama con el que los Medias Rojas empiezan esta recta final. Están en buena posición, pero necesitan acelerar y, sobre todo, ganar más en Fenway Park, donde muestran una marca discreta de 20-20.
Están a tiro de piedra de los playoffs: a dos juegos y medio de los Rays y a dos de los Indios, los actuales dueños de los puestos del wild card.