El próximo 6 de noviembre los ciudadanos estadounidenses están llamados a votar para renovar un tercio del Senado, la totalidad de la Cámara de Representantes, cargos de gobernadores, alcaldes, concejales, entre otros. Los comicios de medio término son vistos como un “referéndum” para medir la aceptación/rechazo de la administración de la Casa Blanca.
Tanto demócratas como republicanos buscan lograr la mayor cantidad de escaños en el Congreso en una carrera contra el tiempo: los primeros para hacer frente a las políticas del presidente Donald Trump, los segundos para mantener el control mayoritario y facilitarle el camino al mandatario en la promulgación de leyes en varios ámbitos, entre ellos el migratorio.
A dos años de los próximos comicios presidenciales, en los que Trump espera repetir, los resultados podrían significar un revés para los republicanos. Históricamente el partido gobernante sufre a mitad de mandato. En 2010 el ex presidente Barack Obama (demócrata) perdió la mayoría en la Cámara de Representantes y en 2014 cedió el Senado.
De acuerdo con recientes encuestas, los demócratas obtendrían una mayoría en la Cámara de Representantes y los republicanos harían lo mismo en el Senado, pero por pocos escaños. De concretarse las previsiones, la agenda legislativa del presidente se vería bloqueada, debido a que las leyes deben aprobarse por ambos cuerpos del Congreso.
De los 35 cargos a senadores que serán electos, 26 puestos son actualmente ocupados por demócratas y 9 por republicanos, por lo que si los primeros quieren lograr una mayoría deberán mantener y ganar escaños ocupados por los segundos, lo que se ve cuesta arriba según las encuestas. La Cámara de Representantes es ocupada por 235 republicanos, 193 demócratas y 7 vacantes para completar los 435.
Previsiones
El pronóstico de Rear Clear Politics indica que los republicanos tendrían 50 puestos asegurados en el Senado, frente a 44 de los demócratas, quedando 6 por definir; mientras tanto, en la Cámara estos últimos tendrían 204 representantes seguros frente a 199 de los republicanos hasta el momento.
FiveThirtyEight, un sitio web especializado en análisis de encuestas, pronostica que los republicanos tienen 85,9% de probabilidades de lograr la mayoría en el Senado con 52 escaños, en comparación con el 14,1% de los demócratas, quienes alcanzarían 48, según la tendencia hasta el 31 de octubre.
El pronóstico reseñado por El Tiempo Latino de FiveThirtyEight fue de su análisis más completo, denominado “Deluxe”, que toma en cuenta las encuestas, argumentos, recaudaciones de fondos, antecedentes electorales, tendencias históricas y aportes de especialistas.
En la Cámara de Representantes la tendencia cambia. Los demócratas se alzarían con 230 legisladores y los republicanos con 205, con una posibilidad de los primeros de controlar el hemiciclo de 81,8% versus 18,2%, de acuerdo con la encuestadora.
En el ámbito local, las proyecciones de intención de voto favorecen al candidato a senador Tim Kaine (d) con 58,1%, por encima de Corey Stewart (r) con 39,9% y de Matt Waters con 2% en Virginia; mientras que en Maryland lleva la delantera Benjamin Cardin (d) con 65,3%, seguido por Tony Campbell con 29,7% y otros aspirantes, que representan un 5%.
En ambos estados solo se elegirá un senador por cada uno. Los demócratas Mark Warner de Virginia y Chris Van Hollen de Maryland ocuparán su puesto en el Senado hasta 2020 y 2022, respectivamente.
En cuanto a los Distritos, el 1, 2, 5, 6 y 9 de Virginia se inclinaría a votar por el partido republicano, mientras que el 3, 4, 8, 10 y 11 por los demócratas; en el número 7 ganarían los conservadores por una mínima diferencia, FiveThirtyEight prefiere presentarlo como aún no definido en el portal. En Maryland, solo en el distrito 1 se alzarían los republicanos, desde el 2 al 8 la victoria sería para los demócratas.
Temas claves y comunidad latina
En estas elecciones incidirán aspectos claves de la administración Trump. Uno de los principales es el ámbito migratorio hacia Estados Unidos con la eliminación de DACA, el fin de los TPS, la aplicación de “tolerancia cero”, la intención del presidente de restringir el derecho a la nacionalidad para nacidos en el país hijos de inmigrantes y de frenar la caravana de centroamericanos.
Casi a diario, Trump ha acusado a los demócratas de obstaculizar la aprobación de leyes que frenen la migración hacia Estados Unidos. A su juicio, el partido opositor quiere mantener “fronteras abiertas”. Otros aspectos resaltantes son el económico, a favor de Trump; y el político con la confirmación de Brett Kavanaugh como juez del Tribunal Supremo, que causó controversia y polémica.
En Estados Unidos hay más de 29 millones de latinos habilitados para sufragar en las elecciones del martes: 12,8% del total de los electores, según la Oficina de Censo. De acuerdo con José Aristimuño, presidente de la consultora política NOW Strategies, esta fuerza de voto al igual que la expresión de las mujeres será clave en los resultados.
“Yo creo que vamos a ver un rechazo a las políticas divisivas del presidente. Tengo esperanza de que los demócratas retomen la Cámara de Representantes, va a ser un poquito más difícil en el Senado. Que los demócratas tengan la Cámara nos da más ventaja para luchar por los intereses de los latinos”, dijo Aristimuño.
El presidente de NOW Strategies opina que si los republicanos mantienen su mayoría en el Senado y los demócratas ganan en la Cámara de Representantes, deben usar su posición de forma estratégica para hacer un balance y controlar a Trump, para “no darle un cheque en blanco”. Además, en caso de obtener mayoría en el Congreso impulsar una reforma migratoria amplia en el país.
A propósito de la caravana, el experto considera que son personas que huyen de situaciones violentas y en algunos casos de pandillas en sus países de origen. “Nadie está diciendo que vamos a abrir la frontera, la mayoría de esas personas no podrán quedarse en Estados Unidos para recibir asilo, pero deben ser escuchadas”, añadió.