Este miércoles al mediodía, varios cientos de personas se congregaron en las escaleras de la Casa de Estado de Massachusetts para manifestar solidaridad con las protestas que se están llevando a cabo en todo el país contra la política de la Administración Trump de separar a los niños inmigrantes de sus padres cuando cruzan la frontera hacia los Estados Unidos.
«Los bebés son arrancados de los brazos de sus madres. Los niños están siendo enjaulados y almacenados en un viejo Walmart. Los solicitantes de asilo que escapan del abuso doméstico y la violencia de pandillas están siendo rechazados. Y en nuestras comunidades, las familias están siendo destrozadas cada día por una aplicación de la ley de inmigración. Es moralmente aborrecible», escribió la coalición de organizadores en una invitación de Facebook.
«No tenemos que ir a la frontera con México para ver estas atrocidades», comentó Eduardo Samaniego, un inmigrante indocumentado mexicano que trabaja con la organización Pioneer Valley Workers Center. «Aquí mismo en Massachusetts está ocurriendo esto, donde las familias están siendo separadas. Por esta razón exigimos al House Speaker Robert DeLeo que el Congreso apruebe protecciones a los inmigrantes».
Protesta en la Casa de Estado de MA contra la separación de familias
El Senado de Massachusetts aprobó recientemente una enmienda al presupuesto con cuatro protecciones básicas, para evitar que la policía ayude a reunir inmigrantes y proteger los derechos civiles y el debido proceso.
La coalición que convocó la protesta incluyó a organizaciones como ACLU, MIRA Mass Immigrant and Refugee Advocacy Coalition, Essex County Community Organization, Progressive Massachusetts, y Agencia ALPHA, así como Pioneer Valley Workers Center.
El gobernador republicano Charlie Baker cambió de opinión y dijo este lunes que no va a enviar a la Guardia Nacional de Massachusetts a la frontera mexicana para ayudar a la administración Trump a construir el muro.
En cambio, Baker calificó esta política como «cruel e inhumana», que separa a los niños migrantes de sus familias.
Cerca de 2.000 niños fueron separados de sus familias durante seis semanas en abril y mayo, después de que el fiscal general Jeff Sessions anunciara una nueva política de «tolerancia cero».
La idea de Trump de construir un muro en la frontera sur del país ha provocado un gran rechazo generalizado, aunque el presidente ha argumentado que su administración simplemente está aplicando la ley.
