El Departamento de Transporte de Massachusetts, MassDOT, ha organizado un equipo para rehabilitar y restaurar el viaducto de Chelsea que, según han evaluado, tiene importantes deficiencias estructurales. Una de las implicaciones del proyecto era la posibilidad de eliminar la rampa de la 5th Street durante los 3 años que se estima que dure el proyecto de reconstrucción, una idea que generó rechazo en la comunidad de Chelsea.
Esta polémica fue discutida en una reunión pública muy concurrida, el pasado miércoles 24 de enero en el City Hall de Chelsea. Después de esta reunión, los gerentes del proyecto del Departamento de Transporte (MassDOT) dijeron que van a reconsiderar la posibilidad de eliminar esta rampa como parte del proyecto general de rehabilitación de viaducto.
Joseph Pavao, gerente de proyecto, dijo que un consultor de MassDOT les había sugerido eliminar esta rampa, considerando que las rampas de Everett Street y de Carter Street podrían absorber el tráfico de 5th Street. Sin embargo, Pavao reconoció que esta idea no es popular.
«A partir de ahora, todavía está bajo consideración», dijo. «Ciertamente hemos escuchado las preocupaciones de la comunidad local. Ciertamente lo escuchamos alto y claro en la reunión de la semana pasada…Según los comentarios de la comunidad y de algunos funcionarios electos, reconsideramos la idea y estamos evaluando si es una decisión prudente».
Pavao sí aclaró que estarían cerrando la rampa de 5th Street por lo menos temporalmente por unos tres o cuatro meses en 2020 durante las reparaciones de la superestructura del viaducto. Más allá de eso, sin embargo, están reconsiderándolo.
El viaducto de Chelsea, que traslada unos 63.000 vehículos diarios desde la ruta 1 hasta el Puente Tobin, fue originalmente construido en 1956-57, y es un enlace crucial entre Chelsea, los suburbios del norte y Boston.
De acuerdo con MassDOT, el proyecto de rehabilitación se encuentra actualmente en la fase final de diseño, y se espera que abran las convocatorias para licitaciones de empresas constructoras durante la primavera, para arrancar el trabajo en otoño de 2018. La reconstrucción se prolongaría por casi tres años, hasta principios de 2021. El costo de este proyecto se ha estimado en 110 millones de dólares. El 80 por ciento sería financiados federalmente, y el resto lo absorbería el estado de Massachusetts.
El proyecto también incluye el trabajo en la estructura debajo del puente (donde hay un estacionamiento), la mejora de la iluminación y del drenaje.
El problema principal del cual se quejan los residentes del vecindario tiene que ver con perturbación del tráfico en una de las rampas más usadas para entrar en la ciudad desde el Tobin Bridge, por donde pasa el popular bus 111 que conecta a Chelsea con el centro de Boston.
«Cerrar la rampa de la calle 5 va ser una olla de presión», opinó Luis Tejada, Concejal de Chelsea, quien dijo que no hay un estudio convincente sobre el tráfico para apoyar esta idea. «Pretendan que ustedes viven aquí -se dirigió a los funcionarios de MassDOT-, y podrán traer un mejor proyecto».
Otra preocupación es la restricción de acceso a unidades de emergencia, entre ellas una de las potenciales más afectadas sería la de los Bomberos de Chelsea, según señalaron Roy Avellaneda y Damali Vidot, ambos Concejales Municipales.
Además, dicen los residentes, esta rampa ocasionaría más tráfico en una zona escolar, con potenciales riesgos para los niños. «No estoy preocupada por nosotros los mayores, sino por los pequeños, quienes enfrentan riesgos de salud por la contaminación debajo del puente, ocasionada por la construcción» Lynn Mesa, una señora que ha vivido en Chelsea por 43 años.
El viaducto de Chelsea atraviesa un denso vecindario, con viviendas y empresas colindantes con la estructura, y estacionamientos ubicados directamente debajo. Otro problema ampliamente discutido en la reunión pública del 24 de enero tuvo que ver con potenciales impactos físicos a los residentes de la zona que está bajo el viaducto.
«El Tobin Bridge ha sido una fuerza destructiva en nuestra comunidad», opinó Roy Avellaneda, Concejal At Large de Chelsea, quien se queja del ruido y las vibraciones que se derivan de la cercanía de la autopista con los vecindarios de Chelsea. «Esta es una oportunidad para mitigar este problema. Necesitamos paredes que protejan del ruido mientras se hace la construcción».

Chelsea City Hall
El Concejal Roy Avellaneda dirigiéndose a los funcionarios de MassDOT en el public hearing del 24 de enero de 2018, en el City Hall de Chelsea.
Algunos directivos del proyecto de MassDOT explicaron el la reunión pública que, al no ser una autopista federal, el viaducto no califica para aislantes sonoros. «Esto no es cierto», objetó Avellaneda. «En la Ruta 128, entre Beverly y Denver, que está más allá del corredor de la 95, MassDOT ha puesto un muro aislante. Nosotros en Chelsea merecemos esto también. No estoy pidiendo más. Estoy pidiendo lo mismo que les han dado a otras comunidades. Por mucho tiempo las agencias estatales nos han dado lo peor a los residentes de Chelsea», se quejó el Concejal.
Pavao dijo que él y su equipo se han reunido recientemente con el City Manager de Chelsea, Tom Ambrosino, para conversar sobre un paquete de mitigación que se presentó a MassDOT a fines del año pasado. También dijo que espera estar en la próxima reunión del Concejo Municipal de Chelsea para presentar un plan de mitigación oficial para el proyecto.