Durante ocho meses, Julio trabajó como paisajista en el oeste de Massachusetts, acarreando rocas, cavando zanjas y quitando maleza unas 70 horas a la semana, ganando menos de dos dólares la hora. Por la noche, cansado y hambriento, el inmigrante guatemalteco era conducido de regreso a la casa de su empleador, donde bajaba al sótano […]