Claudia Ginestra
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Desde que fue declarada la pandemia del COVID-19 en marzo por la OMS, el uso de transporte público se ha convertido en un lugar de riesgo por la cantidad de personas que lo utilizan, y por la rápida transmisión del virus. Los ciclistas en Boston siempre han abogado a que este medio sea utilizado comúnmente como método de transporte, sin embargo, los carros y el transporte público seguían como primeras opciones.
Ante el riesgo que supone estar con varias personas en el bus o el metro, algunas ciudadanos han optado por el uso de la bicicleta en los últimos meses, según cuenta Peter Cheung, arubeño y miembro de Boston Cycle Union. «En las tiendas, las bicicletas ya están agotadas, y mucha gente se siente más segura manejando la bicicleta que al utilizar el transporte público», dijo el ciclista. Por otro lado, la activista puertorriqueña y ciclista, Vivian Ortiz, considera que a pesar de la opinión pública asegura que las bicicletas se están usando más, ella no lo ve en su comunidad. «Yo vivo en Mattapan, y considero que en esa zona no hay mucha gente usando la bicicleta, y la verdad no es un lugar diseñado para usar este medio de transporte», contó Ortiz. Ambos activistas han estado trabajando y han pedido a las autoridades de Boston que mejoren la infraestructura de la ciudad para mejorar la seguridad al andar en bicicleta. «Necesitamos calles protegidas y conectadas entre ellas, es decir, que te permitan manejar lejos de los carros y que además, la seguridad para el ciclista sea continua y que no termine en una intersección», agregó Cheung, quien lleva 10 años manejando bicicleta en Boston.
La ciudad de Boston es parte del programa Vision Zero ,el cual trata de disminuir los eventos relacionados a muertes peatonales o de ciclistas. «Yo comencé a ser activista porque me di cuenta que no hay buena infraestructura para montar bicicleta, lo cual eleva el riesgo de muertes de ciclistas por choques», dijo Ortiz. Para visibilizar el riesgo que corren los ciclistas, Peter Cheung fundó una iniciativa llamada Ghost Bikes, en la cual se pinta de blanco las bicicletas de las personas fallecidas. Desde 2015 se han pintado de blanco 25 bicicletas. «El 9 de Junio murió un ciclista en Mattapan, y ha sido el primero en esta zona del que yo tenga conocimiento», aseguró Ortiz.
También la activista latina mencionó que los medios de comunicación deben cambiar su narrativa a la hora de informar la muerte de un ciclista. «Cuando hablan sobre estos eventos dicen que el carro chocó al ciclista, y no es así, es la persona que choca al ciclista, y además usan la palabra accidente, y no lo son», denunció Ortiz.
La cultura del ciclismo no está tan arraigada en las comunidades de Boston. La gente relaciona este medio con hombres blancos que usan la bicicleta con objetivos deportivos, según cuentan los activistas. Vivian desde que comenzó su travesía en bicicleta a los 50 años ha estado buscando nuevos miembros para la comunidad ciclista. «Yo soy una persona gordita, de 50 años, y cada vez que me montó en el bus con mi bicicleta veo las expresiones de la gente y sé que están pensando que no tiene sentido que una persona como yo use bicicleta. En esos momentos, yo siempre les pregunto si usan bici y se sorprenden. Generalmente, responden que tienen una, pero no la usan, y yo les pidió que las saquen», contó la activista. «Así voy reclutando gente, el trabajo lo tenemos que hacer nosotros para hacer llegar la información sobre el uso de la bicicleta». Vivian también da clases sobre cómo usar la bicicleta para trasladarse en la ciudad junto a los programas de la ciudad de Boston. Sin embargo, este año el curso no está disponible.
Muchas personas creen que el uso de la bicicleta es algo para personas jóvenes o niños. «Una vez yo estaba en mi trabajo y un señor me dijo que ya era hora de que me comprara un carro, la gente ve el uso de la bici como algo de niños», dijo Ortiz. Por otro lado, Peter considera que América tiene una fascinación por los carros. «En el Superbowl puedes ver como gran parte de la publicidad es de carros, y eso habla de la cultura», dijo Cheung.
La conocida iniciativa de Bike Partys y fundada también por Peter Cheung, la cual consiste en una salida grupal de ciclistas, tuvo que ser suspendido debido a la pandemia. Sin embargo, a raíz de las protestas antirracismo suscitadas por la muerte del afroamericano George Floyd, se comenzó una nueva iniciativa llamada Ride for Black Lives Matter. «Tuvimos la primera hace dos semanas en Roxbury y fue gigante. Y estamos planeando otra para final de mes», contó el fundador.
El ciclismo como deporte trae muchos beneficios ya conocidos en la salud, pero estos activistas creen que también es beneficioso como medio de transporte. «Mucha gente asocia el uso de la bicicleta a la pobreza, pero realmente hacemos uso eficiente del dinero. No debemos pagar parking, ni gasolina, ni otros costos», dice Ortiz. Para Peter el uso de la bicicleta es un gran aliado para ayudar a aliviar los efectos del cambio climático, debido a la cantidad de dióxido de carbono que generan los carros cada año. También considera que la inversión para comprar una bicicleta no es alta, comparado al uso y a la libertad que traerá a su vida. «En locaciones como Chelsea y East Boston no hay ni un solo lugar para comprar o arreglar bicicletas, por ello, tenemos una iniciativa llamada Bike To Market en el que llevamos todos los utensilios necesarios para arreglar bicicletas en esas locaciones de manera gratuita», contó Peter. Ambos ciclistas consideran que este es el momento para que la comunidad tome conciencia del uso de la bicicleta como una buena alternativa para trasladarse en la ciudad.
