Es la estrella del momento. Rompe récords con cada canción que publica. Y ha logrado que el público estadounidense se interese por su música 100% en español. Benito Martínez, mejor conocido como Bad Bunny, ha cambiado la industria musical y parte de la responsabilidad de esto se debe al régimen de Hugo Chávez.
El cantante puertorriqueño está firmado con Rimas Entertainment, una disquera que surgió en 2014 como empresa de distribución y marketing digital. El sello fue fundado por el manager de Bad Bunny, Noah Assad y una figura muy cercana al presidente Hugo Chávez: Rafael Ricardo Jiménez.
Bad Bunny, Rafael Jiménez y su relación con Hugo Chávez
Jiménez fue viceministro de Seguridad Jurídica del Ministerio de Relaciones Interiores de Venezuela entre 2006 y 2013.
Además, es un capitán retirado del ejército venezolano y asistió a la misma clase en la escuela militar que Diosdado Cabello y Jesse Chacón, dos de los funcionarios más importantes del régimen chavista.
Luego de su salida del gobierno venezolano, Jiménez se instaló en Miami, Florida. De acuerdo a Poderopedia, el exviceministro es dueño de cinco empresas en Estados Unidos y otras cuatro en Miami.
Su vinculación a Rimas Entertainment supuso una inversión de $2 millones. Assad, su socio y la cara visible de la empresa, ha declarado que al principio Jiménez era solo un inversor y reconoce que no estaba enterado de su vinculación con el gobierno venezolano.
Esos $2 millones han hecho que Rimas se vuelva una de las disqueras más rentables de la industria musical, valorada en $300 millones.
Según sitio web, la casa musical tiene oficinas en Miami, Puerto Rico, Medellín y Caracas. Además de Bad Bunny, en la actualidad representa a artistas urbanos de la talla de Arcangel, Mora, Eladio Carrión y Jowell y Randy.
La oferta de los $200 millones
A pesar de que no ha estado involucrado en las operaciones diarias de la empresa desde 2018,
Rafael Jiménez podría aumentar su fortuna en las próximas semanas: de acuerdo a la revista musical Billboard, la disquera Sony Music se encuentra en conversaciones avanzadas para comprar por $200 millones un porcentaje de Rimas
Esta adquisición sería por el 60% de la empresa que tiene Jiménez, lo que lo hace socio mayoritario de la disquera.
Sin embargo, fuentes le han afirmado a Billboard que la negociación ha durado varios meses, ya que se cree se han estancado de que hay alguna fricción entre los dos socios, Jiménez y Assad.
La reorganización de la propiedad de la empresa, probablemente, dejará a Bad Bunny con una participación accionaria en la misma, y a Assad, o a la combinación de Assad y Bad Bunny, con la propiedad mayoritaria.
De completarse la negociación, el trato debe ser aprobado por los reguladores.
Según la Ley de Mejoras Antimonopolio Hart-Scott-Rodino, a partir del 27 de febrero de 2023, cualquier fusión y/o adquisición cuya transacción involucre un valor de más de $111 millones, o si la entidad combinada contemplada tendrá activos totales de más de $445 millones debe solicitar y buscar aprobación regulatoria.