El estado reportó un inesperado superávit presupuestario tras la pandemia. El plan de rescate «COVID-19» de los Estados Unidos, concedió al gobierno estatal de Massachusetts casi $5 billones para distribuirlos entre sus residentes. Esto, combinado con al menos otros $8 billones correspondientes a fondos federales para reparar carreteras, mejorar el transporte público y trabajar contra el cambio climático.
El fondo de emergencia estatal llegó a un récord de $4.6 billones. Además, el estado también puede esperar recibir al menos $8.5 billones durante varios años, a través de la nueva ley federal de infraestructura, que incluye fondos para aeropuertos, transporte público, puentes y cargadores de vehículos eléctricos.
Un reciente trabajo de The boston Globe indica que, en Massachusetts, el déficit y las potenciales brechas presupuestarias de miles de millones de dólares que existían hace varios años, fueron reemplazados por un enorme superávit; esto, amenaza el debate sobre el impuesto a la riqueza.
En la boleta electoral 2022, una de las preguntas que aparecerá será la propuesta de enmienda constitucional para aplicar impuestos a los residentes que tengan ganancias anuales por encima de $1 millón. ¿Debería Massachusetts aumentar los impuestos a sus residentes más ricos para generar miles de millones más para que el estado los gaste?
Ahora que sobra dinero y la situación financiera actual es positiva, las discusiones sobre un impuesto a los ricos fueron llevadas a otros terrenos. Sindicatos y activistas creen que los fondos quedarán cortos ante las necesidades del estado; mientras que empresarios consideran que un impuesto a la riqueza, golpearía el libre mercado y la competencia, señala el Globe.
Según un análisis estatal de hace seis años, el impuesto a los ricos podría generar entre $1.6 billones y $2.2 billones en ingresos cada año, aunque los oponentes argumentan que las estimaciones están infladas.
Algunos expertos citados por el Globe piensan que la propuesta fiscal beneficiaría todavía más al estado y todo el dinero recolectado podría destinarse de inmediato a financiar el nuevo sistema escolar del estado, al tiempo que ayuda a reconstruir las carreteras y mejorar las instalaciones de la MBTA.
Sin embargo, hay quienes se oponen a la medida, pues dudan que tenga algún efecto dada la ayuda federal, que es tan alta que puede ayudar a impulsar una variedad de proyectos.