El Senado votó el martes para aprobar un proyecto de ley de aproximadamente $250 mil millones para contrarrestar la creciente destreza económica y militar de China, con la esperanza de que importantes inversiones en ciencia, y nuevos castigos contra Pekín, le den a Estados Unidos una ventaja duradera.
En una cámara a menudo atormentada por divisiones partidistas, demócratas y republicanos encontraron un raro acuerdo sobre la medida en expansión, conocida como Ley de Innovación y Competencia de los Estados Unidos, ya que los legisladores advirtieron que Washington corría el riesgo de ceder el liderazgo tecnológico del país a uno de sus principales adversarios geopolíticos.
La propuesta compromete miles de millones de dólares en fondos federales en una amplia gama de áreas de investigación. Invierte más de $50 mil millones en fondos inmediatos en empresas estadounidenses que fabrican el tipo de chips de computadora ultrapequeños y en demanda que alimentan dispositivos militares y de consumo, que muchas empresas obtienen actualmente de China. Y allana el camino para la próxima generación de exploración espacial en un momento en que Washington y Pekín fijan cada vez más sus ojos en las estrellas.
Más acciones del Senado
Con él, los legisladores también aprobaron una serie de propuestas que buscan limitar las aspiraciones económicas de China y frenar su influencia política. El proyecto de ley abre la puerta a nuevas sanciones contra Beijing por sus prácticas de derechos humanos, encarga un nuevo estudio sobre el origen del coronavirus y pide un boicot diplomático de los próximos Juegos Olímpicos de Invierno de 2022. Incluso autoriza $300 millones específicamente para contrarrestar la influencia política del Partido Comunista Chino.
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“He visto a China aprovecharse de nosotros de manera legal e ilegal a lo largo de los años”, dijo el líder de la mayoría del Senado Charles Schumer, el autor principal del proyecto de ley, durante una entrevista antes de su aprobación. “Lo primero que estaba haciendo China para aprovecharse de nosotros. Era invertir mucho en investigación y ciencia. Y si no hiciéramos algo al respecto, se convertirían en la economía número uno del mundo».
Próximo paso
El proyecto de ley aún debe ser adoptado por la Cámara de Representantes, donde algunos demócratas han expresado su preocupación desde el principio con el enfoque del Senado. Su aprobación se produce el mismo día en que la Casa Blanca creó un nuevo grupo de trabajo para abordar las posibles interrupciones en la cadena de suministro de EEUU, buscando impulsar aún más la fabricación en EEUU de medicamentos y tecnología clave en un momento en que muchos de esos productos y materiales se fabrican en países, incluida China.
El esfuerzo del Senado también marca una evolución de las confrontaciones económicas entre Estados Unidos y China bajo el presidente Donald Trump. Durante la última administración, la Casa Blanca libró una guerra comercial contra Beijing, imponiendo aranceles masivos en un ojo por ojo que, según los analistas, causó un daño profundo a algunas partes de la economía estadounidense. Los demócratas liderados por el presidente Biden han tratado de reducir el enfoque y la retórica de Trump, incluso cuando cada vez comparten más parte de la alarma de Trump sobre el ascenso de Beijing.
The Washington Post. Traducción libre por El Tiempo Latino
