El COVID-19 es una enfermedad con una amplia gama de síntomas y que afecta casi todos los órganos. A un año de pandemia, aún se siguen conociendo las secuelas a corto y largo plazo. De hecho, el último hallazgo es que podría afectar la dentadura de las personas y no solo por el mal aliento o el descuido bucal en el que se puede caer, sino por los daños en el sistema que podría causar, reseña elsalvador.com.
Ahora el New York Times agrega la caída de los dientes como una posible secuela a largo plazo. Según el medio, hay quien ha llegado a sufrir la caída de dientes, que ocurre de forma indolora y sin sangrado. Mientras, otras apuntan otras consecuencias como un aumento de la sensibilidad de las encías o que los dientes se vuelven más grises o astillados.
Uno de los muchos pacientes que han presentado este síntoma es Farah Khemili, quien relató que se metió un caramelo de menta en la boca y notó una sensación extraña: un diente inferior que se movía contra su lengua.
Khemili, de 43 años y proveniente de Voorheesville, Nueva York, nunca había perdido un diente permanente. Lo tocó para confirmar que estaba flojo y al principio pensó que el problema podría ser la menta. Al día siguiente, el diente salió volando de su boca y cayó en su mano. No hubo sangre ni dolor.
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Khemili sobrevivió al COVID-19 y se unió a un grupo de apoyo en línea, ya que ha sufrido una serie de síntomas que presentan muchos otros “portadores de larga duración”: niebla mental, dolor muscular y neuralgia.
Aún no hay pruebas precisas de que la infección pueda derivar en la pérdida de piezas dentales o problemas relacionados, pero entre los miembros de su grupo de apoyo, descubrió que otras personas también mencionaron haber perdido dientes, además de presentar sensibilidad en las encías y dientes que se astillan o se vuelven grises.
Ella y otros sobrevivientes, preocupados por los efectos bien documentados del COVID en el sistema circulatorio, así como por síntomas como dedos de los pies hinchados y caída del cabello, también sospechan que existe una relación con la pérdida de piezas dentales; sin embargo, algunos dentistas, que mencionan la falta de datos, no creen que el COVID-19 por sí mismo pueda ocasionar síntomas dentales.
“Es muy poco común que los dientes se salgan literalmente de sus cavidades”, afirmó David Okano, periodoncista de la Universidad de Utah en Salt Lake City.
No obstante, añadió, los problemas dentales existentes pueden empeorar como resultado del COVID-19, en especial cuando los pacientes se recuperan de las infecciones graves y se enfrentan a sus efectos a largo plazo.
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Algunos expertos aseguran que los médicos y dentistas deben estar abiertos a esas posibilidades, sobre todo porque más de 47% de los adultos de 30 años o más tienen alguna forma de enfermedad periodontal, incluyendo infecciones e inflamación de las encías y el hueso que rodea los dientes, según un informe de 2012 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
“Estamos empezando a analizar algunos de los desconcertantes y en ocasiones discapacitantes síntomas que los pacientes están presentando meses después de haberse recuperado del COVID”, incluyendo estos testimonios de problemas dentales y pérdida de dientes, señaló William W. Li, presidente y director médico de la Fundación de Angiogénesis, una organización sin fines de lucro que estudia la salud y la enfermedad de los vasos sanguíneos.
Aunque Khemili se había vuelto más diligente con su cuidado dental, tenía antecedentes de problemas dentales antes de contagiarse del coronavirus. Cuando fue al dentista al día siguiente de que se le cayó el diente, este descubrió que no había infección en sus encías, pero presentaba una pérdida significativa de hueso debido al tabaquismo. Remitió a Khemili a un especialista para que se encargara de la reconstrucción. El procedimiento dental le costará unos 50 mil dólares.
El mismo día que se le cayó el diente a Khemili, su pareja consultó Survivor Corp, una página de Facebook para personas que han sobrevivido el COVID-19. Allí descubrió que Diana Berrent, la fundadora de la página, informaba que su hijo de 12 años había perdido uno de sus dientes definitivos, meses después de presentar un caso leve de COVID-19.
A diferencia de Khemili, el hijo de Berrent tenía una dentadura normal y sana sin ninguna enfermedad subyacente, de acuerdo con su ortodoncista.
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