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En noviembre, los precios de las casas unifamiliares en la región metropolitana aumentaron, mientras que los de los condominios se mantuvieron estables, por lo que el volumen total de ventas continuó su caída durante todo el mes, ya que los propietarios que contemplaban la posibilidad de poner un cartel de «en venta», decidieron quedarse quietos.

En conjunto, las cifras de la Asociación de Agentes Inmobiliarios del Gran Boston apuntan a un mercado que, aunque ciertamente es caro, es significativamente menos agitado de lo que era hace uno o dos años, cuando comprar una casa en Boston significaba una guerra de ofertas.

«El mercado se está equilibrando definitivamente», declaró Jim Major, un agente de Century 21 North East en Woburn y presidente de la asociación. Quien además agregó que «Aunque todavía hay un modesto crecimiento de los precios en el mercado de entrada y en comunidades selectas donde los listados siguen siendo escasos, la tasa de apreciación del valor de las viviendas ha disminuido en gran medida. Los precios de las viviendas han llegado a su punto máximo o se han estabilizado en muchas áreas y podrían moderarse aún más en los meses venideros si los niveles de suministro aumentan».

La oferta, sin embargo, ha sido un factor limitante en el mercado desde hace algún tiempo, con un inventario reducido y escasos anuncios nuevos. Esa tendencia continuó en noviembre, cuando el número de viviendas en el mercado bajó un 11 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado, según reseñó GBAR.

Un gran desafío, dicen los expertos en bienes raíces, es que las propiedades se han vuelto tan caras que muchos posibles vendedores no pueden permitirse el lujo de comerciar con ellas.

«Para muchos vendedores de casas, el mercado es un poco paradójico en este momento», dijo Anne Meczywor, presidenta de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Massachusetts. «La demanda y los precios son altos, por lo que la venta puede ser relativamente rápida y potencialmente rentable, pero con un inventario históricamente bajo, a estos vendedores les preocupa no tener nada que comprar después de la venta».

El precio medio de una vivienda unifamiliar subió un 2,3 por ciento a 599.900 dólares en noviembre, según GBAR y para todo el año hasta noviembre, los precios aumentaron sólo un 1,6 por ciento, un incremento mucho más lento que en los últimos años.

Los precios de los condominios son aún más estables ya que no han cambiado desde el pasado noviembre, pues solo subieron un 0.3 por ciento durante los primeros 11 meses del año, a pesar del hecho de que las tasas hipotecarias han estado cayendo durante gran parte de 2019 y están significativamente por debajo de los niveles de hace un año.

Con información de The Boston Globe

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