En los resultados de un estudio de Pew Research Center se encontró que los latinos inmigrantes se han podido recuperar de mejor manera tras la Gran Recesión económica entre los años 2007 y 2009, en comparación a las personas con raíces latinas pero nacidas en Estados Unidos.
El episodio económico provocó un largo período de disminución en los ingresos de los trabajadores estadounidenses, hasta alcanzar un punto mínimo entre 2012 y 2014. Sin embargo, estados financieros parecen estar mejorando: en 2017, una década después de que comenzara la recesión, el ingreso personal medio de los trabajadores estadounidenses era un 3% más alto que en 2007.
Una recuperación similar se muestra en el estatus económico de los trabajadores latinos. El ingreso personal promedio de esta población aumentó un 5% de 2007 a 2017. Pero el aumento general cubre el marcado contraste entre las experiencias de los latinos nacidos en Estados Unidos, cuyos ingresos en 2017 fueron un 6% menos que en 2007; y de los latinos nacidos en el extranjero, quienes percibieron un 14% más que en 2007.
Los trabajadores latinos nacidos en los Estados Unidos, más jóvenes y con menos educación académica que los trabajadores nacidos en los Estados Unidos sin raíces latinas, experimentaron mayores pérdidas en la recesión y siguen en búsqueda de la recuperación económica, a pesar de los recientes avances.
Los hispanos nacidos en los EE. UU., quienes representan el 52% de la fuerza laboral hispana y casi la mitad del crecimiento en la fuerza laboral del país desde 2008, aún tienen que recuperar sus pérdidas del episodio económico. Su ingreso personal promedio, que fue de $32,000 al entrar en la recesión en 2007, alcanzó un mínimo de $28,800 en 2013, un 10% menos que en 2007. Mientras que los ingresos se recuperaron de 2013 a 2015 (alcanzando $31,000 en 2015), y para 2017 habían bajado a $30,000, 6% menos que en 2007.
De 2007 a 2013, la disminución del 10% en el ingreso personal promedio de los hispanos nacidos en los Estados Unidos fue mucho mayor que la caída del 3% experimentada por los trabajadores no hispanos nacidos en el país.
La relación entre la corta edad y el nivel de educación que tienen los hispanos nacidos en Estados Unidos es un factor que incide en esta diferencia: son cinco años (o más) más jóvenes que los trabajadores no hispanos nacidos en Estados Unidos en general; y el 48% de ellos con 25 años de edad o más no tienen más que un diploma de escuela secundaria, en comparación con el 37% de todos los adultos mayores (sin raíces hispanas) de 25 años nacidos en los EE.UU. Los trabajadores más jóvenes y menos educados son más vulnerables en escenarios económicos de esta magnitud, y la Gran Recesión no fue la excepción.
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