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Lionel Messi empezaba a despuntar como un jugador de elite con solo 17 años después de haber sido goleador y mejor jugador del Mundial sub 20. Pero si hay un partido que marcó un antes y un después en su carrera fue el del 23 de febrero de 2006 cuando el Chelsea y el Barcelona se enfrentaron en Stamford Bridge por la Champions League.

En esa noche, este niño que vestía el número 30 deslumbró con su capacidad técnica e inventiva en los enfrentamientos uno a uno y la única manera en la que los jugadores del equipo inglés lograron detenerlo fue cometiéndole duras faltas.

Asier del Horno uno de los principales victimarios del argentino se fue expulsado del encuentro por sus violentas agresiones.

A pesar de la golpiza, la Pulga logró marcar la diferencia en un equipo plagado de estrellas como Ronaldinho, Xavi y Eto’o. El Barcelona logró un valioso resultado de visitante de 1-2 gracias a dos penales, uno cometido en contra del argentino, y en definitiva se quedó con la serie 2-3, después de un 1-1 en el Camp Nou.

Los seguidores del equipo de la Ciudad Condal asumieron que la estrategia de frenar a Messi la había ideado José Mourinho, entonces entrenador de The Blues, teoría que fue confirmada 13 años después gracias a la revelación del diario Daily Mail que dio a conocer los apuntes previos del equipo para este duelo.

En dicho análisis se hace un detallado repaso de las virtudes y defectos de cada uno de los jugadores y en el caso de Messi se explica que la forma más fácil de detenerlo es cometerle faltas, estrategia que se aplicó en dicho encuentro.

“Calidad + velocidad, pero muy zurdo. Mismo comportamiento que Ronaldinho. Diagonales hacia adentro. Lleva al equipo hacia adelante en conducción de balón. Si hay que hacerle falta, hacerlo fuera del área y lo más pronto posible. Increíble uno contra uno”, dice sobre el argentino.

Con respecto a Ronaldinho hay fuertes palabras porque siempre intentaba engañar al árbitro. “Tramposo constante; cae fácilmente. Mucho más peligroso cuando encuentra espacios por dentro entre líneas. Atrae a un central hasta esas posiciones para luego liberar a Eto’o y a Messi. Transición defensiva muy pobre, hay que aprovecharlo. Quiere engañar constantemente, se tira todo el rato”.

Otro de los jugadores estelares que recibe duras críticas en su evaluación es el capitán Carles Puyol: “Agresivo y muy emotivo. Se vuelve loco con el árbitro cuando le hacen falta y se vuelve loco con las provocaciones. Es defensa agresivo, juega en anticipación usando su cuerpo. Mal sentido de la posición (sigue al delantero hasta el centro del campo), mal liderazgo de la defensa tirando el fuera de juego cuando no es posible”.

En el reporte también se destaca a Andrés Iniesta, que en esa época era suplente pero que Mourinho valoraba como uno de los rivales de mayor potencial. “Siempre sale del banquillo. Jugador muy dinámico. Gran radio de acción. Velocidad de movimiento y velocidad de ejecución. Jugador complicado”.

En el partido de vuelta, Mourinho volvió a ser protagonista después de otra fuerte exhibición del equipo de Londres en la que volvió a resaltar el juego fuerte y la respuesta de Mourinho a los jugadores: ‘Vete al teatro’.

A la postre, el equipo blaugrana se llevó la orejona bajo el mando de Frank Rijkaard.

Por Semana.com

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