El martes 1 de mayo, una multitud de residentes de Lynn y residentes de comunidades cercanas de todo la costa norte de Boston marcharon por las calles del centro de Lynn para celebrar el Primero de Mayo y mostrar su apoyo a los derechos de los inmigrantes y los trabajadores. El evento concluyó con una manifestación frente al Ayuntamiento de Lynn.
La marcha anual del 1 de mayo en Lynn celebra la orgullosa historia de la ciudad como hogar para inmigrantes y como líder en la lucha por la dignidad, el respeto y un salario digno para los trabajadores; el evento reúne a un grupo diverso de personas y organizaciones para reafirmar su compromiso con la lucha por la justicia.
Este año la marcha fue planeada y coordinada por Centro de Trabajadores de Lynn (Lynn Worker Center), ECCO, Lynn Unido por el Cambio (Lynn United for Change), New Lynn Coalition, North Shore Labor Council, y Vecino a Vecino (Neighbor to Neighbor). Todos trabajaron juntos como Coalición del Primero de Mayo de Lynn (Lynn May Day Coalition).
Representantes de cada grupo hablaron en la manifestación, destacando una variedad de temas que incluyen: la lucha por los derechos de los inmigrantes y contra las deportaciones que separan a las familias; la importancia de la solidaridad y la unidad en la lucha por los derechos de todos los trabajadores; la demanda de inclusión de apartamentos de renta razonable en nuevos desarrollos urbanos en Lynn en medio de una crisis de vivienda; el movimiento para financiar completamente la educación pública; y la importancia de la justicia ambiental como un tema que afecta particularmente a las comunidades de clase trabajadora y a las personas de color.
El 1 de mayo se convirtió en un día para celebrar la lucha por los derechos de los trabajadores en los Estados Unidos. Sus orígenes se remontan a la lucha por la jornada laboral de ocho horas y el Chicago Haymarket Affair del 1886. Las fiestas se extendieron por todo el mundo y la tradición se mantuvo en muchos otros países, incluso cuando fue suprimida en los Estados Unidos. A través del liderazgo de los trabajadores inmigrantes, el Primero de Mayo volvió a ser una fiesta importante en los Estados Unidos en la primera década del siglo XXI, con un enfoque en la lucha por los derechos de los inmigrantes.
