En un foro que tuvo lugar en el marco de la 74ª Asamblea General de Naciones Unidas, los representantes de Colombia, Ecuador, Perú que son los principales países que han recibido a la masiva ola de refugiados de Venezuela pidieron a la comunidad internacional fondos para atender la grave crisis humanitaria que ha generado la masiva movilización de venezolanos que huyen de su país y que han desbordado los sistemas de las naciones que los acogen.
La reunión fue iniciada por por el presidente de Colombia, Iván Duque quien aseguró que se requieren acciones contundentes para atender la crisis, y que es prioritario que la comunidad internacional se manifieste con recursos que permitirán a cada país receptor de la masiva inmigración venezolana darle atención a las personas, educación, atención sanitaria y dotación de viviendas.
Duque, quien destacó que la crisis humanitaria de Venezuela necesita atención inmediata, describió que su gobierno sigue apoyando a los venezolanos pero que se necesita la participación de otros países.
El mandatario sostuvo que los recursos se necesitan urgentemente para poder atender a los venezolanos que están sufriendo las consecuencias de la dictadura de Nicolás Maduro.
Duque explicó que la crisis de refugiados venezolanos es la peor que se haya visto en la historia reciente de América Latina, es «una crisis humanitaria de proporciones dantescas», acotó el jefe de Estado.
Entre las cifras citadas por el mandatario destacan que hasta el momento, Colombia ha recibido 1,4 millones de refugiados lo cual se convierte en un desafío social.
Duque sostuvo que mantenerse en silencio los hace cómplices, por ello pidió a las naciones del mundo ayudar atender el desafío que representa para los países receptores una inmigración que supera los 4,5 millones de personas que han huído de Venezuela.
El presidente sostuvo que se requiere buscar una buena coordinación para atender a las personas a la vez que aclaró que debe tener en cuenta que las dictaduras no caen de un día para otro, pero hay que mantener «la perseverancia, la determinación y el sentido de responsabilidad» para que Venezuela regrese a la democracia.
Recordó que su país continuará denunciando los crímenes cometidos por el régimen de Nicolás Maduro, y destacó que «cualquier oportunidad de diálogo que busque la dictadura lo único que pretende es debilitar a quienes están reclamando el verdadero retorno de la democracia» advirtiendo que el caso de Venezuela no es un conflicto geopolítico sino que va más allá.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Carlos Holmes reafirmó la posición de su gobierno de seguir trabajando para buscar soluciones que les permitan seguir prestando atención a los refugiados venezolanos, y admitió que lamentablemente las cifras que lucían hipotéticas se hicieron realidad y que si no se toman las medidas adecuadas, su país podría tener un catastrófico escenario de 3 millones de inmigrantes del vecino país en su territorio.
Holmes insistió en la necesidad inmediata de avanzar en la construcción de esquemas financieros que permitan a los países receptores contar con recursos adicionales que les permitan hacerle frente a la migración que les llega de Venezuela y que las personas puedan ser atendidas de la mejor manera posible.
Entre las predicciones que maneja el gobierno colombiano están que podría haber unos 8 millones de inmigrantes venezolanos para el año 2020, Esto «no es ciencia ficción», dijo.
Holmes criticó la poca respuesta que han tenido las ayudas de los países, señalando que la lentitud en la respuesta hace que la situación sea más agobiante pues la crisis crece y las demandas aumentan día a día.
En el foro también participaron los cancilleres de Ecuador, José Valencia y el de Perú, Néstor Popolizio. Ambos exigieron a la comunidad internacional que se manifieste con recursos porque la crisis no espera.
Los dos funcionarios coincidieron en que la masiva inmigración ha desbordado las infraestructuras y los presupuestos y planes de financiamiento de los países receptores creando una verdadero problema para los gobiernos de la región que tienen claro su compromiso de apoyar a los venezolanos que huyen pero que no cuentan con los recursos para satisfacer las necesidades que genera la inmigración masiva.
